jueves, 22 de noviembre de 2007

SONARÁN TODAS LAS ALARMAS DE LA CIUDAD

Hola me llamo George y vivo en un pueblo al norte de Inglaterra que tiene siete mil habitantes. Trabajo en una empresa de chocolatinas inmensa.
Os voy a contar lo que pasó el otro día en la fábrica de chocolatinas, fue una cosa horrorosa, pero muy pero que muy dulce.
Eran las dos del mediodía y todos los trabajadores de la fábrica estábamos en el comedor comiendo un plato de arroz blanco y un asqueroso pez arrebozado.
Pues bueno, eran las dos y mi amigo Steve le tocaba vigilar una tubería de 3 metros de diámetro por donde pasa un montón de chocolate. Solo tenía que vigilar que no hubiera demasiada presión, pero el muy bobo se durmió y la tubería fue aumentando muchísimo de presión hasta que el alarma de peligro de la fábrica se disparó.
Todos los trabajadores del comedor nos sobresaltamos y hicimos lo que cada uno debía de hacer en caso de urgencia.
A mi me tocaba ir a buscar a mi compañero y sacarlo de la fábrica, en un lugar seguro donde nos encontraríamos todos.
En diez minutos estuvimos todos en un almacén subterráneo muy seguro.
Al cabo de dos minutos oímos una explosión inmensa y al salir vimos que más de medio pueblo se había quedado cubierto de chocolate y que habían sonado todas las alarmas de la ciudad.
albert

2 comentarios:

Teresa dijo...

¡Muy bien, Albert, aunque en tu línea de hacer las redacciones demasiado breves!

...UrSu* dijo...

Albert, ¡que las haces muy cortas, las redacciones! Bueno, y yo demasiado largas... jejej


Me ha gustado la redacción.