miércoles, 12 de marzo de 2008

cuéntame como te ha ido

Estaba en la autoescuela de mi pueblo, con un grupo de amigos y compañeros que nos sacábamos el carnet de conducir. La teórica ya la había aprobado, solo me faltaba examinarme de la práctica. Faltaban cuatro días para hacer el examen. Todos estábamos muy nerviosos, porque habíamos hecho pocas horas de práctica.
Llego el día del examen, habíamos quedado una hora antes para desayunar. Cada uno sabía su turno, por suerte no me toco ser el primero, sino el cuarto. A las nueve en punto empezaron los exámenes.
Cuando llegó el primero de examinarse, en seguida le pregunte, cuéntame como te ha ido. Lo primero que dijo fue que se había olvidado de ponerse el cinturón y que por eso estaba suspendido, lo segundo fue que le paso un perro por delante y estuvo a punto de atropellarle, suerte que freno en seguida. En un paso de cebra había una anciana que se esperaba pero cuando vio que era el coche de la autoescuela no quiso pasar. Después de todo el recorrido con muchas trabas, cuando tenia que aparcar el coche, se le caló. Total que estaba suspendido por haber hecho muchos errores.
Yo tuve más suerte, mi recorrido fue el mismo que el primero, todo me salió perfecto, y cuando salí del coche el examinador me felicitó, había aprobado.

lunes, 3 de marzo de 2008

Volver a empezar

¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales casi siempre traídos desde largas distancias, y cuando ya está terminado y están prontos para poner los huevos, el mal tiempo o la obra del ser humano o de algún animal los destruye y tira por el suelo lo que con tanto esfuerzo se logró.
¿Qué hace el pájaro? No se paraliza ni abandona la tarea, de ninguna manera. Vuelve a comenzar una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces antes de que nazcan los pollitos, algún animal, un niño, una tormenta vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido.
Duele recomenzar desde cero pero aún así el pájaro jamás retrocede, sigue cantando y construyendo.
A veces tu vida, tu familia, tus amigos no son lo que soñaste. Seguro que alguna vez has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mi. Estas cansado de recomenzar, del desgaste del esfuerzo diario, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo.
Como los pájaros aunque la vida te golpee una vez más no te entregues nunca. No te preocupes si en tu camino caes varias veces, levántate y sigue adelante, no importa lo que pase.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo, junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a empezar. Y sobre todo... nunca dejes de soñar.




M a R o n a__*

AHORA DEBÍA VOLVER A EMPEZAR

Tengo 28 años me llamo Fabián y vengo de una familia sud-americana desestructurada. Mi padre murió cuándo yo tenía cinco años. Tengo cuatro hermanos, tres son más grandes que yo y el otro tiene dos años menos.
Vinimos en España con mi madre dos años después de morir mi padre. Nos instalamos en un barrio pobre de Madrid. Allí la vida es complicada y lograr dinero es el pan de todos los días.
Así empezamos yo y mis hermanos a robar pequeños objetos en tiendas del centro de la ciudad.
Esta supervivencia de antes se a convertido hasta hoy en nuestro trabajo, del cual vivimos.
Hace quince años que empezamos a robar, y hasta ahora éramos unos expertos, nadie nos había pillado.
Hemos robado joyerías, diversas tiendas y incluso pequeños bancos.
Pero hoy es nuestro peor día, nos ha cogido la pasma con la manos en la masa, robando una joyería muy prestigiosa del centro de la cuidad.
No estoy triste ni por mi ni por mis hermanos, sino que me preocupa mi madre, que ya es grande y no puede valerse ella sola para cuidarse ni para ganar nada de dinero.A pesar de esto estoy pensando, qué haré hasta nuestro juicio, y una vez terminada la condena me pregunto también qué haré, creo que tendré que volver a empezar mi vida.