viernes, 23 de noviembre de 2007

SONARON LAS ALARMAS DE TODA LA CIUDAD

Era un día de fiesta, yo estaba tumbado en el sofá mirando una película. Me había quedado solo porqué mis padres se habían ido fuera el fin de semana, fueron a ver una feria de animales.

Era un día lluvioso, sin ganas de salir a la calle. De pronto se empezaron a oír ruidos muy escandalosos, eran como el sonido de una alarma, pero no le hice mucho caso.

Entonces sonó el teléfono, era un amigo mío, tenía la voz rara, como si estuviese asustado. Me dijo que ese ruido que aún se oía era el de todas las alarmas de toda la ciudad. En ese momento sí que me empecé a asustar un poco:

- ¡Qué hacemos, están sonando todas las alarmas!

- Ya, pero ¿por qué?

- No se nadie lo sabe, he llamado a más gente y nadie lo sabe.

- ¡Puede ser que hayan sido unos ladrones o unos asesinos!

- ¡No digas tonterías!

- Bueno, pues vuelve a llamar a toda la gente y diles que todos vayan a la plaza del ayuntamiento que allí ya lo hablaremos.

- Vale, ahora mismo llamo.

Así fué, fuimos toda la gente a la plaza y allí el alcalde empezó a soltar un discurso de que nadie se tenía que asustar.

Me di cuenta de que allí faltaba la família de un amigo mío, pero no dije nada. Cogí a mi amigo Miguel y nos fuimos a ver lo que pasaba con mi amigo.

Cuando llegamos a su casa no encontramos a nadie, eso nos hizo sospechar. Seguimos buscando, mientras pasábamos por delante de las casas, a mi me entró la curiosidad de porqué toda la gente tenía gatos en casa. Cuando pasamos por delante de la mia también vi un par de ellos dentro, y eso sí que no podía ser, porqué yo no tengo gatos.

Ahora ya lo entendía todo, así que fuimos a la plaza donde el alcalde aún estaba dando su discurso sobre la calma, le quité del medio y empecé a explicar todo lo sucedido:

A los gatos no les gusta el agua y cuando empezó a llover, todos los gatos se metieron dentro de las casas, así no se podían mojar. Por eso sonaron todas las alarmas de la ciudad.

La gente se fué rápidamente a su casa para echar a esos gatos que no lo habían echo con mala intención. Ahora que me acuerdo y no lo he dicho, mi amigo (el desaparecido) estaba en la feria que habían ido mis padres, porque el tiene un caballo y habían ido a comprar una silla de montar.

Carlos Nufrio Roca

Sonaron todas las alarmas de la Ciudad:

Era una noche de invierno como muchas otras. Yo estaba tranquilamente escuchando música mientras leía “el príncipe de la niebla”, tapada con una pequeña manta que me regaló mi abuela el día de mi cumpleaños.

Mientras leía, me quedé dormida. Hacia las tres de la madrugada me desperté y miré que hora era. Me levanté con un dolor de espalda horrible, y me fui hacia la cama a dormir bien, para ver si de esta forma se me pasaría el dolor de espalda. Cuando me iba hacía la cama se oyó una gran explosión, que hizo temblar toda la casa tan fuerte que me hizo caer. Esa explosión provocó que se fuera la luz durante aproximadamente media hora. Pasado ese rato la luz volvió. Durante todo este rato que el pueblo estuvo a oscuras, me quedé sentada en el suelo, sin moverme, sin saber que hacer. Cuando regresó la luz de golpe empezaron a sonar todas las alarmas de los comercios cercanos a la explosión. Por suerte los amos de los comercios apagaron las alarmas deprisa, ya que el ruido era insoportable. La gente que se había levantado se fue tranquilamente a la cama. Al levantarse la mañana siguiente se encontraron que todos los comercios estaban cerrados y con una cinta policial a la puerta. Yo no sabia lo que había pasado exactamente hasta que me fui a comprar el diario, y al leer el titular lo entendí. En la media hora que la ciudad se quedó sin luz un equipo de ladrones saqueó todos los comercios de la ciudad.

Ya ha pasado un año de todo eso y por suerte, los comercios se han podido recuperar pero aun habiendo pasado tanto tiempo no han podido saber quienes han sido los causantes de estos robatorios.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Sonarán todas las alarmas de la ciudad

Me llamo Eva West y soy una ladrona profesional, digamos que, me viene de familia. Todo empezó siendo una pequeña afición de mi abuelo: robaba en pequeñas tiendas de frutas y por puro entretenimiento, el problema vino cuando empezó a gustarle demasiado el riesgo y a salirle todo tan bien que, acabó siendo su profesión. Entre sus atracos destacan el atraco a la sede del Banco Mundial en España, varios atracos a sucursales de La Caixa. Pero a parte de atracar bancos también robaba obras de arte. Entre las cuales se encuentran “Los girasoles” de Van Gogh y “El Grito” de Munch,

Después de su “jubilación”, mi padre no quiso heredar su profesión y se hizo médico.

Pero a mi siempre me llamó la atención este oficio y quise profesionalizarme. Mi abuelo me enseñó las cosas básicas y empecé por un robo a un pequeño banco y actualmente estoy especializada en robar obras de arte. Mi última “adquisición” es un pequeño cuadro de Picasso, llamado “El Escondite”. Se lo vendí a un millonario italiano. Saqué 60.000.000€ por su venta. Ahora estoy planeando el robo de uno de los cuadros más polémicos y famosos de todos los tiempos “La Gioconda” de Leonardo da Vinci. Por este motivo estoy en París con un equipo de 10 persona que me ayudarán a robarla. Mi plan es visitar el Louvre como una turista cualquiera y quedarme escondida en los servicios. Una vez cerrado el museo, se producirá un atraco muy importante a uno de los bancos más conocidos y cercanos al Louvre. Esto hará que gran parte de los policías de París estén muy pendientes de ese atraco cuando de repente sonarán todas las alarmas de la ciudad gracias a las pequeñas bombas inofensivas que, explotarán en los lugares más estratégicos de París. Mientras toda la ciudad esté pendiente del caos yo me introduciré lentamente y meticulosamente en las sala, allí haré todo lo que esté en mi mano y cogeré el cuadro, todo y que suene la alarma, saldré por una de las ventanas que no tenga cámara de seguridad y, me escaparé. Una vez el cuadro robado, los atracadores del banco, ayudantes míos, se escaparán y nos reuniremos. Viajaremos hasta España y venderemos el cuadro a un multimillonario árabe que nos pagará una cifra incalculable que nos repartiremos entre mis socios y yo, yo por ser la mano de obra y la que manda, me llevaré un 30% del precio.

¡¡¡¡¡¡¡¡Riiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnngggggg!!!!!!!!!! - ¡Oh!, ¿Que pasa?. Anna es hora de levantarte. ¿Qué?. Que vas a llegar tarde, ¡Levántate!. Vale, vale ya voy.

Todo esto fue un sueño, demasiado irreal para ser verdad, todo y que me hubiese gustado que fuera verdad.

Sonarán todas las alarmas de la ciudad

Sonarán todas las alarmas de la ciudad.

Saldremos todos a la vez del parque del lado de mi casa.

Tina y su novio Billie Jean irán en dirección a las afueras de la ciudad con su aprilia roja para ir a la fábrica de Chocolate que se encuentra al lado del río. Deberán estar allí a las doce horas y se esperaran en el puente viejo hasta que reciban nuestras ordenes para actuar, más o menos a las doce y cuarto horas.

Kittin y Richard que ya tendrían que estar escondidos dentro del museo “National Historic Site”, se esperarán también hasta las doce y media horas para actuar cuando reciban nuestras ordenes.

Allan, Edgar, Stevie y yo nos dirigiremos hacia el centro de la ciudad y rodearemos el centro comercial. Allan y Stevie entrarán por las diferentes puertas de emergencia a la hora que Edgar y yo les indiquemos (a las doce horas.) Nosotros nos quedaremos fuera vigilando por si viene la policía antes de lo previsto, o por si los guardas de seguridad cogen a Allan y a los demás. En caso de que pasara esto, tendríamos que avisar a Tina y a Billie que estarían en la fabrica, y a Kittin y Richard que estarían en el museo.

A las doce en punto como ya he dicho, Allan y Stevie entrarán por las puertas de emergencia y se esconderán en los escaparates.

Luego, a las doce y cuarto avisaremos a Tina y a Billie para que tiren los botes de humo en la fábrica de Chocolate para que suenen las alarmas antiincendios.

El siguiente paso (a las doce y cuarto), será avisar a Allan y Stevie para que fuercen las puertas del centro comercial, de esta forma las alarmas también sonarán.

Sonarán todas las alarmas de la ciudad y nosotros nos largaremos en seguida de nuestros puestos y nos dirigiremos hacia nuestras casas.

Por ultimo, yo y Edgar avisaremos a Kittin y Richard, estos robaran todas las piezas importantes del museo y tan rápido como puedan se largarán.

La policía y los bomberos tendrán mucha faena y estarán ocupados atendiendo el supuesto incendio que se estaría produciendo en la fábrica y persiguiendo a los supuestos ladrones del centro comercial. Por esa razón no podrán impedir que no suceda lo más difícil de nuestro montaje, el hurto en el museo.

Mar

SONARÁN TODAS LAS ALARMAS DE LA CIUDAD

Hola me llamo George y vivo en un pueblo al norte de Inglaterra que tiene siete mil habitantes. Trabajo en una empresa de chocolatinas inmensa.
Os voy a contar lo que pasó el otro día en la fábrica de chocolatinas, fue una cosa horrorosa, pero muy pero que muy dulce.
Eran las dos del mediodía y todos los trabajadores de la fábrica estábamos en el comedor comiendo un plato de arroz blanco y un asqueroso pez arrebozado.
Pues bueno, eran las dos y mi amigo Steve le tocaba vigilar una tubería de 3 metros de diámetro por donde pasa un montón de chocolate. Solo tenía que vigilar que no hubiera demasiada presión, pero el muy bobo se durmió y la tubería fue aumentando muchísimo de presión hasta que el alarma de peligro de la fábrica se disparó.
Todos los trabajadores del comedor nos sobresaltamos y hicimos lo que cada uno debía de hacer en caso de urgencia.
A mi me tocaba ir a buscar a mi compañero y sacarlo de la fábrica, en un lugar seguro donde nos encontraríamos todos.
En diez minutos estuvimos todos en un almacén subterráneo muy seguro.
Al cabo de dos minutos oímos una explosión inmensa y al salir vimos que más de medio pueblo se había quedado cubierto de chocolate y que habían sonado todas las alarmas de la ciudad.
albert

sonaron todas las alarmas de la ciudad

Era un lunes por la mañana, cuando me levante lo primero que hice fue abrir las persianas, como todos los días. Mi gran asombro fue ver todo el cielo negro como un gran nubarrón, no le di importancia continué haciendo mis cosas. Estaba preparándolo todo para irme a trabajar, cuando de repente oí un gran ruido, salí rápidamente al balcón, había sido un rayo, había caído en el bosque de enfrente de mi casa, enseguida vi salir humo y más tarde una gran hoguera, todo fue muy rápido, se giro un viento huracanado, enseguida vi pasar a los bomberos y la policía. El fuego avanzaba rápidamente hacia la ciudad, primero pensé que el rio haría de corta fuegos pero lo peor no había llegado. De repente se puso a llover como si nunca hubiera llovido, en pocos segundos el fuego se había apagado, pero el rio empezó a crecer i crecer, fue en ese momento cuando sonaron todas las alarmas de la ciudad. Salí rápidamente de mi casa para poder ayudar a la gente que lo necesitara. El agua se había llevado el puente y empezaba a llegar a las primeras casas, los gritos de la gente eran escalofriantes, muchos de ellos no podían salir de sus casas por la gran corriente del agua, seguía lloviendo con viento huracanado. Todos los servicios de emergencias estaban intentando ayudar, yo como médico estaba con ellos, sacamos a mucha gente con vida, pero por desgracia una persona mayor se ahogo cuando intentaba salir de su casa. Las calles parecían ríos, los sótanos y primeras plantas estaban inundadas de agua y barro, lo más desesperante es que no dejaba de llover y seguía soplando el viento, todo se ponía muy negro. Mientras unos atendíamos a los malheridos, un grupo de hombres se dirigieron a la parte alta de la ciudad por donde entraba más agua. Los vecinos de los pueblos del alrededor vinieron con sus tractores y así ayudaron a hacer un dique para que no entrara tanta agua. Así pudimos sacar a la gente de las casas y llevarlos a una zona de la ciudad donde el agua del rio todavía no había llegado. Todos nos dirigimos hacia esa zona pero si no paraba de llover ni allí estábamos a salvo. Fueron unas horas de mucha tensión, por suerte empezó a disminuir la lluvia, de repente salió el sol y desaparecieron las nubes. Había durado unas tres horas, pero para arreglar todos los desperfectos estuvimos más de un año, lo peor fue la pobre ancianita que no pudo contarlo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sonaran todas las alarmas de la ciudad...

Hola me llamo Curro y tengo 16 años. Vivo en Sherman Oaks, una ciudad de unos 8000 habitantes. Por las tardes siempre salgo con mis amigos y vamos al parque o a la plaza central.
En mi grupo somos siete chicos y tres chicas y casi siempre nos aburrimos y por esta razón decidimos hacer una cosa... ¡que ya contaré más adelante!
Aunque todos nos llevamos muy bien entre nosotros, siempre hay alguien con el que confías más y le cuentas tus secretos, y este es Quique.
Quique es un chico muy divertido, leal, siempre está contento y haciendo bromas, por estas razones lo aprecio tanto. Su madre murió cuando él tenía 10 años y su padre trabaja en una pirotecnia. Su hermana se llama Sara y va en nuestro grupo.
Así que una tarde decidimos (yo también me lo paso muy bien haciendo bromas con él...) hacer un plan para pasar un día menos aburrido y que a la mañana siguiente todo el mundo hablase de ello.

¿Y a que no sabéis lo que se nos ocurrió?

Os voy a contar nuestro plan...

1.-Quedaríamos un día a las 10 para ir a cenar y cuando acabásemos nos dirigiríamos hacía la fábrica de pirotecnia donde trabaja el padre de Quique (antes de todo, Quique le robaría las llaves del almacén a su padre) cogeríamos 30 petardos (preferiblemente que fuesen del tipo súper gato).
2.-Nos reuniríamos todos en el parque, que a esas horas de la noche no se ve, y nadie nos podría reconocer porque llevaríamos pasa-montañas y cambiaríamos nuestro vestuario respecto al habitual.
3.-Sincronizaríamos todos los relojes para así tenerlos todos al mismo horario, sin ningún segundo de diferencia.
4.-Nos repartiríamos por parejas para ir a diferentes calles céntricas de Sherman Oaks (donde hubiese más establecimientos y/o coches de gamma alta con alarma) y fijaríamos un horario. Todos a las 23:59:30 encenderíamos la mecha de los petardos.
5.-Una vez llegados al sitio, juntaríamos las 3 mechas de los petardos que corresponden a cada pareja. De esta forma los 3 petardos explotarían al mismo tiempo y el ruido sería más intenso.
6.-Llegadas las 23:59:30 encendemos la 'tri-mecha'...
Como son petardos muy fuertes, tienen la mecha más larga que otros y, encima, habíamos juntado 3 mechas, así que tardarían unos cuantos segundos en explosionar.
7.-Aproximadamente a las 12 en punto todos los petardos explotarían simultáneamente, pero en diferentes lugares de la ciudad. Vamos, que nadie se quedaría sin oírlos.

La idea es fantástica y estamos ultimando todos los detalles...
Seguro que si la llevamos a cabo sonaran todas las alarmas de la ciudad, y al día siguiente, la gente no hablará de otra cosa que no sean las explosiones.

lunes, 19 de noviembre de 2007

WEBQUESTS

En parejas, vais a realizar las webquests siguientes:

http://www.jccm.es/edu/ies/condestable/departamentos/lengua/webquest/index_webquest.htm

http://webquest.xtec.cat/WebCaceres/larra/CT.%20LARRA.htm

domingo, 11 de noviembre de 2007

AUTOBIOGRAFÍA DE UN "DON NADIE".

Hola, no sé cómo me llamo así que, me podéis llamar “Don Nadie”.

No sé quién soy, no sé la edad que tengo, no sé dónde vivo, no sé quién es mi familia, no sé qué es una familia y por supuesto no sé a quién le escribo.

Me han dicho que escriba una autobiografía pero, no sé cómo se escribe ni lo que es una autobiografía. No me puedo entender con la gente de mí alrededor. Sólo he entendido que estoy en un hospital, que es donde curan a la gente y le ayudan a recordar su pasado, como están intentando hacer conmigo.

Con signos y dibujos he entendido que yo estaba dentro de una cosa con ruedas que pasaba por encima de una cosa larga y gris con unas rayas blancas en medio. Me han explicado que eso con ruedas se llama coche y la cosa larga y gris carretera. Parece ser que cuando estaba dentro del coche otro coche con gente mala dentro me da un golpe y me hace salir de la carretera, y entre vueltas y golpes, bajando por un sitio oscuro y peligroso llego a una cosa fría y mojada muy grande que le llaman lago. Entonces, me vienen a salvar un coche más grande y con unas luces naranjas y amarillas que hace mucho ruido. Dicen que esto que me pasó me ha provocado una pérdida de memoria y que por eso no recuerdo nada de mi vida anterior a este suceso. Es triste y peligroso porqué no sé con quién me relaciono ni con quién hablo y puede que me engañen pero, sólo puedo confiar en ellos, que no sé quiénes son ni siquiera sé lo que hacen conmigo. Dicen que tengo miedo pero, no sé lo que es ni lo que se siente.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Autobiografía de Don Nadie

Soy don nadie. Nací en ciudad ninguna, en un año cualquiera, en el número alguno de la calle desconocida. Mis padres eran Elena Sin y Carlos Con. Nunca he sabido cuantos hermanos y hermanastros tenia. Vivía con nosotros mis abuelos paternos Teresa y Pepito. Mi padre trabajaba en una fabrica que nunca supe el producto que hacían, la mayor parte de las horas libres se las pasaba en el bar.
Iba en una escuela que nunca supe su nombre, no surgió ningún personaje famoso o destacado. En la escuela nunca fui ninguna maravilla. Siempre sacaba cincos pelados.
Durante la adolescencia, mi situación no cambio mucho. Iba detrás de las chicas como todos los demás. Me escapaba de casa para irme de fiesta, nunca destaque en ninguna disciplina deportiva, ni mostré gran habilidad intelectual.
Me hice mayor me puse a trabajar en un taller cualquiera, situado en algún lugar de ciudad ninguna. En mi larga carrera nunca fui ascendido.
Me hipotequé hasta los pulmones para poder comprarme un piso en uno de los pueblos que circundaban ciudad ninguna, y un coche de segunda mano. Conocí una chica llamada Raquel Doma. Trabajaba en una oficina que no se dedicaba en nada en concreto. Nos casamos a los cinco meses y al cabo de un año y medio tuvimos el primero de una serie de hijos de los cuales no recuerdo muy bien.
Entre tanto mis padres murieron. Fueron enterrados en una en un cementerio de ciudad ninguna. Su entierro fue muy normal, gente llorando, todos de negro….
Ahora estoy jubilado desde hace un tiempo. Algunos días vamos con Raquel a dar una vuelta. Ella parece de diversos problemas en una pierna, mientras que yo por diversas enfermedades he tenido que pasarme un tiempo en el hospital.
Ésta ha sido mi vida. Nada en especial, todo tan normal que casi parece imposible, pero es así, tan real como la vida misma.

jueves, 8 de noviembre de 2007

AUTOBIOGRAFÍA IMAGINARIA DE UN DON NADIE

AUTOBIOGRAFIA IMAGINARIA DE UN DON NADIE:


Hola me llamo... ya no se como me llamo porque nunca en mi vida nadie me ha hecho caso así que he pasado a llamarme Don Nadie.
Mi vida es aburrida y monótona, en mi pueblo los días siempre se levantan igual, con un cielo gris. Mi vida a pasado a ser una tortura.

Por la mañana me levanto, cada día a la misma hora. Me voy a trabajar en coche, allí donde voy una nube gris me persigue. Llego al trabajo y sin que nadie me diga nada hago mi trabajo.
Por la tarde vuelvo a casa y me siento en el sofá a mirar la tele, siempre el mismo programa y durante los mismos minutos. Me levanto a las ocho y empiezo a prepararme la comida. Tardo cada día lo mismo, cuarenta y cinco minutos, ni uno más ni uno menos y siempre como lo mismo.
A las nueve y media me ducho y me voy a dormir.
Todas las noches pienso en lo que aún me queda por vivir y me pongo triste ya que al recordar lo que me queda por vivir y lo que he vivido me doy cuenta que nunca nadie se ha fijado en mi, nunca nadie me ha hablado, nunca nadie me ha educado y nunca nadie me ha querido.

A pesar de esto mañana me levantaré de mi cama y volveré a hacer lo mismo que siempre he hecho, ser un don Nadie.



Albert

miércoles, 7 de noviembre de 2007

AUTOBIOGRAFÍA IMAGINARIA DE UN DON NADIE

Hola, me llamo Don Nadie i nací el 31 de Diciembre de 1966.

Me han contado que al nacer el medico le dijo a mi madre, “lo hemos perdido”, y mi madre dijo, “se ha muerto”, “no señora lo que no lo encontramos”.

Esto de que la gente pasara de mi continuo a medida que iba creciendo.

En la guardería ningún niño quería jugar con migo, y a veces mi madre se olvidaba de venirme a buscar, bueno creo que en toda mi vida no se ha acordado de venirme a buscar.

Una vez empecé primaria la profesora no decía nunca mi nombre al pasar lista, nunca me hacia leer y nunca me hacia salir a la pizarra, y los niños seguían sin hablarme, hasta mi madre seguía sin acordarse de venir a buscarme.

Al empezar la ESO pensé que al cambiar de sitio los profesores dirían mi nombre o los niños querrían jugar con migo, pero no fue así, ningún profesor dijo mi nombre y ningún niño me hablo, espera, creo que un niño dijo, “que es esto de aquí”, pero eso no cuenta.

Termine la ESO y como no me hacían caso decidí no hacer bachillerato, y me puse a trabajar, bueno, por lo menos lo intenté, pero nadie me dio faena así que por eso vine a verle… pero porque se va.

AUTOBIOGRAFIA DE UN DON NADIE

Me llamo Mario, contaría mi vida en dos segundos simplemente diciendo “nada”, así es, esta es mi vida, no tiene nada de interesante pero como se termina tan rápidamente voy a contaros porque es tan aburrida.
Nací el 21 de Marzo de 1992, un jueves, un día cualquiera.
A veces las personas nacen con dones, no hablo de las personas que en un futuro se les da algo bien y se especializan en eso. Hablo de ya nacer con unas características que te hacen diferente, especial.
Se podría decir que yo nací con una de ellas pero no era precisamente algo bueno.
Voy a contarlo. Mi físico, mi personalidad hace que las personas se alejen de mi, hace que sientan incomodidad conmigo, desprendo aburrimiento.
Desde pequeño siempre he estado solo, hasta mis compañeros de clase me llamaban don nadie y es verdad parece que no soy nadie.
Al llegar a casa la portera me ha vuelto a decir que necesito una compañera sentimental, que salga un poco y me divierta, que busque novia, pero es que cuando salgo nadie se fija en mi y termino siempre regresando solo a casa o emborrachándome en algún bar.
Mi vida no tiene sentido, y ahora me doy cuenta, ¿para que tenerla si no puedo aprovecharla?Me caen las lagrimas, se precipitan y se esfuman entre las sabanas. Me siento inútil y por eso hago lo que me obliga a hacer la conciencia, me la quiero quitar de golpe en lugar de ver como se me escapa y me mata lentamente. Me quito la vida y con mi sangre escribo este final.



Mar

Autobiografía imaginaria de un don Nadie

¡Hola! Ahora intentaré presentarme...

Me llamo Don Nadie y no me acuerdo de como se llama el pueblo donde pasé mis largos y aburridos días en el anonimato. Supongo que tengo padre, pero nunca lo he conocido.
Mi infancia la pasé viviendo en una pequeña casa con mi madre, la señora Quien Sabe. Sólo la conocía la vecina de la casa de al lado, que nos iba a comprar comida, pero nunca habían mantenido una relación muy estrecha que digamos.

Cuando iba al colegio no hablaba con ninguna persona y cuando hacía exámenes nunca me los devolvían porque decían que no los encontraban. Las notas siempre eran las mismas... no pasaba de cinco. Cuando sonaba el timbre para ir al patio yo nunca salía, me quedaba en clase leyendo libros de los que no me acuerdo. Nunca hablaba. Nunca me preguntaban.

Pasaron los años y una vez entrada en mi etapa adolescente, nada cambiaba.
Nunca tuve novia, ya que no había hablado con ninguna mujer de mi edad y tampoco se me acercaban. Por las noches salía pero nunca hacía nada malo y no bebía alcohol. Aunque es muy extraño, nunca me había peleado con mi madre.

Pasada esta etapa, todo continuaba igual.
Me puse a trabajar en una empresa que producía cosas, de las cuáles nunca he sabido que eran. El jefe que tenía, llamado Armando Fuego, nunca me había ascendido y de hecho, nunca habíamos hablado. Conocí a muchas mujeres pero nunca llegué a establecer una conversación seria y formal fuera del ámbito laboral.
Estuve trabajando durante 47 años en esa empresa sin recibir nunca una triste paga extra hasta que me jubilé.

Una vez jubilado, me pasaba los días cultivando plantas en el jardín de mi casa solitaria (por aquél entonces mi madre ya había fallecido). Cada vez me aburría más hasta que decidí dar por finalizada mi estancia en este mundo. No tenía ni remota idea de como hacerlo, así que decidí dejar abierto el gas toda la noche y....


Ahora no sé donde estoy, pero sí sé que ya no vivo en el anonimato de un enorme vecindario, estoy en otro mundo, donde sólo existe el tiempo y yo.