lunes, 19 de enero de 2009

Lo que piensa un niño

Me han dicho que aquí me van a cuidar mucho y que viviré muy bien. No creo que sea verdad esto que me dijo el señor del traje negro. Esto parece una casa del terror, una casa de esas que dan miedo; parece como si estuviese abandonada.
Al menos no estaré solo. Se ven muchos niños como yo, en mi situación.
Mi tío, que era el que se encargaba de mí cuando vivía en su casa en San Sebastián, siempre me contaba cómo me sacó de mi casa cuando bombardearon mi ciudad, Guernica.
Mi padre se fue cuando yo apenas tenía dos años. Se marchó al frente del sur. El era miliciano de la república. Yo no lo he vuelto a ver más. Mi tío siempre me decía que era un hombre valiente.
Ahora que se han llevado a mi tío, me han llevado a esta especie de casa en ruinas. Sólo conozco al hombre vestido de negro que me ha traído hasta aquí y a un niño muy simpático llamado Remigio.
Acaba de llegar un hombre con sombrero. Parece que lleva como un artilugio. Ahora lo ha plantado, tiene como tres patas. Me parece que es una cámara fotográfica. Mi tío me habló de eso una vez que fuimos a una feria.
La señora que está al lado nos dice que pongamos buena cara, que riamos. No estoy con humor para reír. Me parece que esa mujer es alguien importante porque los adultos le hablan de usted y los otros niños le tienen como miedo.
Espero no quedarme mucho tiempo más en este lugar.
Enric Guimó Casemiro

la fotografía y el niño;

Suerte que voy a guardar esta foto al fondo del cajón donde guardo las cosas que solo son mías.
No entiendo porqué nos hacen hacer estas fotos de grupo tan ridículas, es la cosa mas tonta que conozco, aparte de las muñecas de mi hermana. ¿Quién querrá poner esta foto en el medio del salón? Cuando nos las repartan en clase voy a guardarla al fondo de mi cajón donde guardo las cosas que solo son mías, así mi hermana no podrá reírse como es habitual en ella, se cree muy grande. Es verdaderamente un Caso Desesperado, y mis padres ya no saben que hacer con ella ni con sus asquerosas muñecas de porcelana. Se pasa todo el día peinándolas, del derecho y del revés. Un día estaba dialogando con Lucía, su preferida. Quién sabe de que hablaban, seguramente se reían de mí.
Suerte que voy a guardar la foto en el cajón donde solo guardo las cosas que solo son mías, sino la abuela ya estaría recorriendo el pueblo arriba y abajo en busca de un marco a juego con su mesita para poner la foto de su querubín. ¡Odio cuando me llama así!, pero me adora mucho, la abuela.
Pero constantemente me está haciendo bufandas de esas que pican tanto, y las odio. Pero mamá siempre me repite una y otra vez que la abuelita ya es mayor y tengo que cuidarla, ¡y eso ya lo sé!, pero sus bufandas me pican por todo el cuello, no las puedo aguantar, como a las lentejas.
Suerte que voy a guardar esta foto al fondo del cajón donde guardo las cosas que solo son mías, así voy a evitar quedar con los mofletes llenos de pintalabios rojo chillón, como el día de su cumpleaños, que casi me ahoga.

PROFESSOR PUEBLO

Qué bien, por fin ha llegado el fotógrafo tan esperado. Todo el pueblo esperaba este momento. Los niños llevan toda la semana deseando que llegara y haciendo preguntas sobre cómo deberían ir vestidos el día del fotógrafo, cómo era una cámara fotográfica, etc.
Todo el pueblo ha venido a ver al recién llegado y el alcalde designó el día de hoy día del fotógrafo. Todo el pueblo está tras la cámara. El pobre tiene un día de fotos que va a hartarse y después los viajes que hará de acá para allá, que ahora me toca a mí, que quiero la foto del campo, de la casa o del rebaño.
Como profesor, soy respetado, pero no tanto como el fotógrafo. Un niño que es un bestia dañó a otro chico y yo le castigué sin salir en la foto, pero su madre, al enterarse, me pidió por favor que su hijo saliera, y ahora ahí está, en la primera línea.
Yo he decidido ponerme mi boina nueva y mi chaqueta. Me he arreglado el bigote y me he bañado en el rio, colocado detrás de los niños parezco un gigante, aunque los niños la mayoría van sin gorra alguno lleva boina y las niñas todas pañuelo.