martes, 19 de mayo de 2009

AHORA TODO TENDRÍA QUE VOLVER A EMPEZAR

La verdad es que si el curso volviera a empezar de nuevo me pondría como una moto, lo único que tendría de positivo sería que volveríamos a ir de fin de curso.
Ahora que estamos en la recta final y que estoy deseando terminar el curso después de muchos examenes sería mortal volver a empezar, volver a pasar por la tortura de matemáticas y física… No porfavor.
Ahora que el Barça ha conquistado todo el mundo con sus dos títulos y a una semana de la gran final de Roma, después de todo el año pasado en que los verdaderos culés sufrimos un montón, digo los verdaderos porque ahora que el Barça gana todo el mundo es del Barça pero el curso pasado éramos una minoría.
La verdad volver a empezar sería un mazazo, este año se me está haciendo muy largo y si dios quiere será el último año de ESO para mi y cuando me enteré de lo de esta redacción empecé a pensar todo lo que supondría comenzar de cero otra vez y mejor no pensar mucho… En definitiva sería una pesadillo no solo para mí, creo que para todos mis compañeros y compañeras.
































Roger Sánchez

EJÉRCITO ROMANO

Debereis realizar una presentación con power point que colgareis en el blog sobre el apartado del ejército romano que os haya asignado.
El enlace del que obtendreis información es:

http://catedu.es/aragonromano/ejercito.htm

ahora debia volver a empezar

- ¡Sam cuidado! ¡Vamos a chocar!.-

Jamás fue un sueño tan eterno. Al despertar y ver la cara de los que estaban a mi alrededor aquella madrugada comprendí que no era un simple sueño. Llevaba tendido encima de ésa cama con barras más de veinte años y la espalda me dolía de veras. Ésos tubos translúcidos estaban por todas partes y era tarea imposible deshacerse de ellos.
Llegó una muchacha con bata blanca y me ofreció un vaso de agua. Yo no quería un vaso de agua, yo quería que me contaran porqué estaba retenido en aquel lugar y porque había esa gente mirándome fijamente, con cara de ilusión y apunto de cogerles algo.
Esperar la respuesta se me hizo eterno. Me había mal acostumbrado a que el tiempo pasara a velocidad vertiginosa mientras permanecía dormido y ahora la espera era algo que me molestaba de verdad. Al fin entró de nuevo con otro vaso de agua y empezó a apuntar en su bloc de notas todos los dibujitos y números que resplandecían en la pantalla. Le llevo un rato terminar de anotar el estado de mi corazón pero al fin se dispuso a hablar.

- Señor Larios, usted sufrió un grave accidente el mayo de 1989. Lleva aproximadamente veinte años en este hospital.- La mujer con bata blanca hizo una larga pausa, esperando una respuesta, un grito, un sollozo.- ¿Se encuentra bien?-
Un calambrazo me recorrió el espinazo. La sangre me bajó de la cabeza y me encontraba bastante turbado. Me dejé caer nuevamente encima de la cama y cerré los ojos. Intenté comprender el significado de las palabras.
-Señor, ¿me escucha? ¿Quiere que venga el médico?-

Ignoré la muchacha de la bata y alargué el brazo hasta que pude llegar a coger el rectángulo de encima de la mesita de madera. ¿Qué tantas cosas me había perdido? ¿Qué había ocurrido durante mi ausencia? Eran preguntas que luchaban entre ellas por salir de mi mente y bailar entre mis cuerdas vocales.

Una familia de Madrid que había perdido a su hija en unos atentados el día 30 de diciembre de 2006 me hizo pensar si no formaba yo parte de una familia como esa. Bien tenia que haber sido alguien antes del accidente, pero por alguna razón no era capaz de recordar el nombre de mi hija, o el nombre de mi mujer, o ni tan solo si tenia una hija y una mujer. Esto me preocupó. Mi cabeza estaba bloqueada. Los estímulos no llegaban a mi dañado cerebro.

-Vamos a empezar con cosas sencillas.- dijo la muchacha. –Dime, ¿cuál es su nombre?- ¡Qué pregunta más tonta! – Mi nombre es… es… - rompí a llorar. No era capaz de recordar tan siquiera mi nombre. – No se ponga nervioso. Es normal en este tipo de circunstancias. Lo primordial es no asustarse. Vamos a ir haciendo ejercicios de memoria para ver hasta que punto es capaz de recordar. Empezamos mañana.-

La mujer salió de la habitación después de tomarme de nuevo el pulso. Intenté hacer memoria haciéndome preguntas a mi mismo. ¿Cuántos años tenia? ¿Estaba casado? ¿Tenia algún hijo? ¿De qué trabajaba? ¿Era bueno en matemáticas? ¿En que instituto fui? Quizás era un personaje famoso, o quién sabe, quizás había hecho un descubrimiento importante. Pero era inútil. Ni una imagen, ni un flash, ni una voz. Nada. Nada me recordaba a nada, ni siquiera era capaz de reconocer mi olor.
Pero tenía una cosa muy clara: ahora debía volver a empezar.

lunes, 18 de mayo de 2009

Debia de volver a empezar

Era un martes nublado de un mes lluvioso. Estaba en clase de castellano. La profesora nos sorprendió a todos cuando nos mandó hacer un trabajo de tres páginas sobre un tema que escogeríamos al azar. La profesora sacó una bolsa llena de papeles y los fue pasando por los pupitres para que cada alumno cogiera uno. Cuando a mí me llegó la bolsa de temas, cogí el mío y me salió… ¡Dios lo que me salió! Me tocó un papel en el que ponía: “Debía de volver a empezar…”
Yo no sabía qué escribir en esa redacción.
Cuando llegué a casa empecé a buscar por internet como hacer esa redacción, ya que ese tema era realmente complicado. ¡Tenía un cacao mental! ¿Quién me mandaba coger ese maldito papel?
Me pasé varias tardes buscando la manera de empezar esa tarea. Consulté a mi madre, a mi padre, a mi abuela, hasta se lo pedí a mi vecina del tercero, la de los rulos y la mascarilla de pepinillos.
Entonces, mientras estaba estudiando matemáticas para el examen del día anterior a la presentación del trabajo, se me ocurrió una genial idea de cómo hacerla.
Esta ocurrencia me vino mientras hacia un ejercicio de extrema dificultad en el cual me equivoqué en un paso y lo tuve que volver a hacer por completo. Entonces pensé: “!Qué rabia, tengo que volver a empezar!”. Eso me hizo pensar en la idea sobre la que escribiría: la frustración que representa hacer una cosa y que te la hagan repetir por completo.
Así fue como me puse a escribir la historia sobre un chico al que le mandaban hacer un terrible trabajo de varias páginas sobre la psicología de la llama albina en cautividad y se lo hacían repetir porque no les gustó como trataba el tema.
Así fue como el lunes anterior a la exposición me puse a escribir hasta lograr 872 palabras en mi redacción.
El día siguiente la expuse a la profesora, la cual la miró y dijo: “Chico, yo quería ver la redacción escrita con tu letra para controlar las faltas que haces sin corrector del Word. Te voy a dar otro tema y la vuelves a escribir para la semana que viene.”
Me quedé como muerto: Debía de volver a empezar.

Ahora debía volver a empezar.

Ahora debía volver a empezar, otra vez, todos los profesores a poner exámenes la misma semana. Será que no hay días en el trimestre para poner los exámenes. Pero claro ellos todos a la estampida a poner exámenes el mismo día y si encima te quejas de que ese día ya tienes otros se enfadan. Luego si les pides el examen corregido siempre tienen excusas y casi nunca (casi) los traen, y todos hacen la misma broma:
-Sí que los traigo, pero no corregidos.
Y si un día los traen corregidos bronca por los malos resultados, y si quieres o te atreves quéjate que es peor.
Por ejemplo en inglés nos ponen un examen que la profesora se lució para jodernos, perdón por la expresión, y luego se queja de que ha ido muy mal.
Todos igual que si han ido mal que si no habéis estudiado, que si no se qué, que si no se cuantos… pero como hemos de estudiar si cada día tenemos varios exámenes y hasta ahora jugaba el barça entre semana, y luego nos piden resultados… como no sean los del futbol, no sé qué resultados vamos a dar.
Conclusión que los profesores se ponen de acuerdo para poner los exámenes las mismas semanas y días. Luego entre futbol y cole cantamos Copa, Liga, Champions, Valle-Inclán, parábolas y la ONU de la Pilar…

martes, 12 de mayo de 2009

lunes, 11 de mayo de 2009

Sobre verbos

Enlace de ejercicios interactivos de gramática
http://www.ver-taal.com/gramatica.htm

martes, 5 de mayo de 2009

SONETO - PARTIDAZO

Ese dia el bar era una olla a presión
la gente estava realmente ansiosa
ya que el barcelona (no es poca cosa)
jugaba en el bernabeu y con pasión.

En el minuto trece, decepción
gol rival, una posición odiosa,
en diez minutos situación airosa
el barça dos veces entró el balón.

De pronto el barça empezó el recital
llovian goles, ivan a chorrear.
Todos lo hicieron bien, asta Abidal.

Los merengues querian eso acabar
seis goles no les parecian normal.
Partidazo, uno para no olvidar.


por Guimó

Teseu i el minotaure.

Aquest enllaç porta a un video del mite.
http://chironis.vodspot.tv/watch/891558-el-cuentacuentos-2-teseo-y-el-minotauro
Aquest us proporciona informació sobre el minotaure
http://es.wikipedia.org/wiki/Asteri%C3%B3n,_el_Minotauro

Fes la lectura del text i, aprofitant la informació que tens a Wikipedia, explica qui són els personatges de la història, des de quin punt de vista està explicada i quines diferències veus entre el mite original i la adaptació de Borges.
Explica la història des de el punt de vista de Ariadna i penja-la al blog.

La casa de Asterión
Jorge Luis Borges

Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión.Apolodoro, Biblioteca, III,I

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito
*) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aqui ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el Sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya veras cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce (son infinitos) los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado Sol;. abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto.
¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
FIN

lunes, 4 de mayo de 2009

soneto :S

Al pasar por aquellos bellos valles
Y sentir el corriente del río Rin,
Me acordé de las olas de los mares
Que me acompañaron desde chiquitín.

Sentía esa libertad tan cerca
Y tenía tantas ganas de huir,
que no se me ocurrió cosa mas vana
que cerrar los ojos e intentar morir.

El aire frío del acantilado
recorrió todo mi cuerpo latente.
¡Ay que corazón tan enamorado!

Y cuando por allí pasó un mercante
recordé mi viejo barco preciado
y el honrado pirata andante.

¿Soneto?

No tenía otro trabajo teresa que
a poco de el examen exigir
un soneto de deber a escribir
sin que apenas ni practicado esté.

Ni el mismo Lope de Vega que
por grande que fuera en lo de escribir
(aunque a mi pronto me hace restriñir)
si se merece un señor puntapié.

Pues gracias al ilustre señor
a la gente ni un soneto le gusta
pues nos comparan a él, perjudicial.

Puedes tu ser poeta soñador
que aprobar el soneto con teresa
solo en tus sueños podría ser real.