jueves, 24 de noviembre de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

SINESTESIA

 Sinestesia y colores

http://www.ensayistas.org/curso3030/glosario/s-t/sinestesia.htm

Romance Sonámbulo (Federico García Lorca)

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
--Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
--Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
--¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

La sinestesia puede ser más que un recurso retórico. En algunas personas es una forma de percibir la realidad.
http://www.ovejaselectricas.es/?p=424

lunes, 2 de mayo de 2011

ADJETIVO: ESPELUZNANTE

Según la RAE espeluznante es: 1. "Terrorífico, que causa miedo"
2. "Que erizaa el pelo"

También he encontrado, en otra página el significado mucho más simple de espeluznante, (según esa página también es de la RAE) Espeluznante: "Que espeluzna"

No he conseguido encontrar su origen ya que es una palabra bastante antigua que está practicamente en desuso a la hora de hablar. (Y poco a poco de escribir).

Espeluznante es una palabra que no acepta el femenino, es decir, es una palabra invariable. Pero puede admite singular y plural. (espeluznante, espeluznantes).

Algunos sinónimos de esta palabra serían: horrorizar, aterrar, horripilar, aterrorizar, erizar, estremecer, alucinar, turbar, impresionar, enloquecer, sobrecoger, imponer, espantar, atemorizar, asustar...

Algunos antónimos serían: bello, agradable, bonito, divertido... Básicamente los adjetivos positivos.

Su familia léxica es espeluznar, que puede significar lo mismo aunque tiene una acepción: Descomponer, desordenar el pelo de la cabeza. (Según la RAE). Y con el verbo vienen todas sus conjugaciones.

Juguemos:

Nombre + Adjetivo: cara espeluznante.
Adjetivo sustantivado + personificación: Una cara espeluznante de un dragçon espeluznante.

Es muy difícil hacer frases con la palabra ya que no admite muchos cambios.

Espeluznante en otras lenguas:

Inglés: Lurid
Francés: Sinistre
Sueco: Spöklik
Catalán: Esgarrifós
Alemán: Grell
Italiano: Macabro
Chino: 聳人聽聞
...


Este ha sido mi adjetivo.

domingo, 1 de mayo de 2011

MI ADJETIVO FAVORITO: OPTIMISTA

Definición:
Según la R.A.E: 1.adj. Que propende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable 2.adj. Que profesa el optimismo filosófico
Según las definiciones ABC: Dispuesto de una forma positiva delante de las distintas circunstancias i de la existencia en general. Se asocia por lo habitual con el buen ánimo para interpretar los sucesos de la vida cotidiana.
Tipología:
Optimista, es un adjetivo de carácter claramente positivo.
Origen:
Este término proviene de la palabra latina “optimun” que significa “lo mejor”. La palabra optimista empezó a utilizarse al siglo XVIII para nombrar a las personas que practicaban la doctrina del filósofo G.W. Leibniz que decía que “este es el mejor de los mundos posibles”. Más popularmente se cree que fue Voltaire el primero en utilizar este término como subtítulo a su cuento filosófico “Cándido”.
Género: Invariable. Tiene la misma forma para el femenino que el masculino.
Nombre: Variable. Singular: optimista plural: optimistas
Sinónimos: Este adjetivo puede sustituirse por distintas palabras según el contexto. Sus distintos sinónimos son: ilusionado, eufórico, alegre, jovial , entusiasta, animoso, esperanzado, vitalista...
Antónimos: Su antónimo más claro es pesimista pero también esta tristeza, negativo
Palabras de su família léxica: sustantivo: optimismo
Sustantivo+ adjetivo: Una chica optimista
Sustantivo+ sintagma preposicional: Una chica con ilusión
Nombre+sinestesia: Una chica
Nombre+comparación: Esa chica es como el sol de un día de verano
Nombre abstracto+ S.preposicional: Con el optimismo de las golondrinas en la primavera
Adjetivo sustantivado+personificación y adjetivo sustantivado+adjetivo: Una optimista mañana de verano con un optimsta sol radiante
También se pueden hacer con él juegos de palabras...
Todo el mundo estaba admirado con el optimismo espectacular de su espectáculo optimista.
Pueden hacerse también juegos de concepto...
Hay un hombre millonario que de lo optimista que es se gasta todo el dinero con el mismo décimo de lotería, ya que está seguro de que le tocará. Al fin sus expectativas no se cumplen y se queda arruinado por haberse tirado a la piscina sin agua.
Cómo se escribe la palabra “optimista” en otras lenguas?
Otras lenguas han utilizado este término para este mismo significado: en inglés “optimism” en alemán “optimistisch” en francés optimiste” en italiano “ottimista” en catalán “optimista” en portugués “otimista” en ruso “Оптимизм!
Asta aquí la información de mi adjetivo favorito espero que todos seamos un poco más optimistas día a día!

martes, 26 de abril de 2011

ROMANTICISMO

Cuelgo enlaces sobre el romanticismo

http://www.auladeletras.net/material/roman.pdf

http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/2romanti.htm

http://www.espaciobabelia.net/litonline4/index_files/Page489.htm

“Al pasar la barca…”


Aún conservo su recuerdo, aún recuerdo esa canción, aún puedo oír los gritos de aquella niña.

Estábamos a principios de guerra, año 1939, Hitler estaba llegando muy lejos. LA gente le seguía, le querían. Ya estaban cansados de sufrir y de no poder comer y Hitler les había prometido un futuro mucho más próspero. Todos le hacíamos caso, hacíamos todo y exactamente lo que decía; pero se nos fue de las manos. Ya no solo les insultaba, les delataba a mi padre y él me recompensaba con una infinidad de juguetes. Él los cogía y los metía en terribles trenes y más tarde los soltaba, cuando ya estaban suficientemente castigados. Eso creía yo, aunque no fuera la realidad.
Cuando empecé a comprenderlo todo ya era demasiado tarde, ya había enviado a más de 200 niños a la muerte.
Siempre tendré presente una niña, no mucho mayor que yo. Ella entraba cada noche a la habitación de él. Ella sollozaba y gemía de dolor, según mi padre estaba castigada. Siempre que la veía o simplemente escuchaba desde mi ventana todas las noches, era esa estúpida melodía de la cual no podía entender nada, era en castellano, pero de tanto oírla la apunté en mi cuaderno:

Al pasar la barca me dijo el barquero
las niñas bonitas no pagan dinero
al volver la barca me volvió a decir
las niñas bonitas no pagan aquí
yo no soy bonita ni lo quiero ser
yo pago dinero como otra mujer


Me daba mucha pena la forma con la que la cantaba, era muy triste, a cualquier persona le darían ganas de llorar. Una noche, harto ya de escucharla fui a verla.

- ¿Qué has hecho tan malo para ser tan castigada?

No me respondió nunca a esa pregunta, pero me miraba, una mirada con mucho odio.

- ¿Pero por qué estás aquí? ¡Contesta! ¿Quieres que le llame a él?
- ¡Déjame!
- Pero si yo no te he hecho nada.
- Pero lo harás, eres malo, ¡igual que todos!
- ¡Él no es malo!
- ¿Acaso tú has visto como mataba a tus abuelos? ¿O a tu madre y tu padre? ¿Acaso tú has estado en una cola esperando impaciente la muerte como las 30 niñas anteriores?

Un gélido escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Aquella niña, me estaba contando una mentira, aunque sus lágrimas no demostraran lo contrario.

- ¡Pero la mala eres tú! ¿Si no por qué te están castigando?
- Simplemente por nacer como soy.
- Si eres igualita que mi hermana, bueno igualita que tú no, ella es mucho más fea. –reímos los dos.
- ¿Sabes cómo me puedes ayudar?
- ¿Cómo?
- Sacándome de aquí, te lo suplico.

No me lo pensé dos veces conseguiría que aquella niña más bonita que mi hermana escapara del campo en el que estaba castigada. Huíamos por una caseta de madera que construí dos años antes, con él y mi hermana. Estábamos escalando el viejo roble cuando apareció él.

- ¡Riedrich! ¿Qué estás haciendo?
No sabía que contestar. Me quedé inmóvil.
- ¡Dime que estás haciendo con esta escoria!

Aquella niña con sonrisa de princesa, me miraba, esperando que la salvara.

- Intentaba huir, yo la vi y fui a cogerla.
- ¡Eres un mentiroso!
- ¿! Estás llamando mentiroso a mi hijo estúpida judía?!
- ¡Eres igual que todos, igual que él, igual que el que me secuestró, igual que el que mató a mis amigas!
- ¡Cállate! – daba realmente miedo, como si pudiera sacar fuego por la boca, era espeluznante.

Tenía miedo, mucho miedo.

- Riedrich, es hora de que empieces entender cómo funcionan ahora las cosas. Coge esto. – me dio una pistola. Solo tienes que poner el dedo aquí y apretar y esta niña mala tendrá su castigo.
Y ella volvió a cantar su melodía, era la melodía más triste del mundo.

- ¡No la escuches! ¡Dispara de una vez!

Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no tienen dinero,

- ¿Quieres que te castigue? ¡Dispara ya! Es mala, ¡ella mató a mamá!

Yo no soy bonita ni lo quiero ser.

- Sí, sí que lo eres.

Puse el dedo en el gatillo, miré a la preciosa niña, lo miré a él y disparé.

Nunca me arrepentiré de lo que hice.

martes, 5 de abril de 2011

Poema con adjetivos

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


Lope de Vega

lunes, 28 de marzo de 2011

REDACCIÓN CON ADJETIVOS

Una tarde de invierno, estaba sentado en el bar de la esquina. Era un bar de barrio, yo vivía encima. Lo llevaba una familia de toda la vida. La abuela era la cocinera, era la que hacía las tapas y los bocadillos. Su marido era el que estaba en la barra. Su hijo era el camarero estrella, junto a su mujer. Era una familia muy simpática y agradable. Trataban muy bien a los clientes.

Cuando mirabas el bar desde la acera de enfrente parecía un antro oscuro, pero en realidad estaba lleno de vida. Desde fuera, el toldo estaba ya muy viejecito, la tela estaba rota. La puerta era de las de antes, gruesa, de madera con hierro por fuera. Había una pequeña terraza, en verano estaba llena siempre. Pero al entrar estabas como en casa. Las mesas no eran muy grandes, estaban bien repartidas por la sala y eran antiguas. Era una sala muy grande. La barra estaba a la derecha de la puerta. Era muy acogedor.

Muchas tardes bajaba a tomar una copita. Era un cliente habitual. Mis padres eran amigos de la familia del bar y eran como una segunda familia.

Esa tarde estaba sentado en la barra, cuando de pronto entró ella. Era una chica de pelo castaño, ojos verdes y una sonrisa casi perfecta. Entró con otra chica, que supuse que era su amiga. Me la quedé mirando un bueno rato. Era alta, se la veía sana y feliz. Mi amigo, el del bar, me tuvo que dar una colleja para despertarme de ese sueño que era perfecto. Él conocía a la chica. Y no solo la conocía, era su prima del pueblo. No me lo podía creer. Se sentó un rato a hablar con las chicas. Y entonces se giró y me gritó que fuera. Por un momento no supe reaccionar, pero al final mis piernas fueron y me senté a su lado. De cerca era más bella aún. El contorno de su cara era perfecto. Y era muy simpática (debía venir de familia), a la vez era muy dulce. Su voz era como la de una niña. Se ve, que se había mudado a vivir a la ciudad. Justo al lado de mi casa. Cuando nos despedimos, me dio dos besos, sus labios eran suaves y cálidos.

Cada tarde que bajaba al bar, ella también estaba y nos hicimos buenos amigos.

MARTA OLIVA ALBERT

DESCRIPCIÓN DE LA VIDA DE UN PERSONAJE

No me consideraba una persona con suerte, pero tampoco podía quejarme. Mi vida tenía todo aquello que necesita una vida para ser mínimamente decente, pero solo era eso, decente. En mi casa siempre me habían educado con el fin de ser una persona conformista delante las injusticias de la vida. Amable, una sonrisa y un decir que sí con la cabeza siempre son un buen recurso para demostrar que eres educado. Desde pequeña me pasaba las tardes haciendo costura con mi abuela, así que me considero una persona amable porque soportar las quejas de la abuela Conchita cada atardecer no era muy divertido. Pero a caso alguien me había preguntado si me gustaba hacerlo? No, lo hacía simplemente porque sabía que era mi obligación. Mi carácter débil i domable hacía de mí lo que quisiera la persona que me tuviera delante. Supongo que las cosas han cambiado. Uno cuando se va de casa se tiene que espabilar con lo que tiene y se vuelve más abierto, responsable… Hasta que llegó aquel hombre alto y valiente que me robó el corazón en las fiestas del pueblo. Mateo sería pocos años después mi marido, el hombre que volvió a quitarme aquella seguridad y aquella libertad. Me volvía a convertir en una mujer sumisa como las demás, con una vida con todo aquello que uno necesita para vivir pero sin la vitalidad y las ganas de una joven libre, con un futuro para escribir. Los años pasaban y yo me mantenía en mi monotonía de siempre, sin quejarme pero sin sonreír apenas que viniera mi nieta, Blanca. Aquella niñita me volvía la alegría, los recuerdos de una juventud sin preocupaciones. Mateo me dejó, había llegado su hora. Vestí de negro el tiempo que tocaba pero no estuve triste por su pérdida. Sólo había querido a Mateo la noche de mi baile de princesa, todo lo otro había sido callar y soportar, ir haciendo día tras día. Supongo que entonces ya podía volver a dibujar mi propio futuro, pero ya no me veía con fuerzas. El río de Mateo había llegado a su fin, pero mis aguas ya no bajaban con las ganas que lo habían hecho tiempo atrás, así que dejé que el tiempo hiciera su trabajo y me fui al cielo despidiendo aquella vida que no sabría describir de muchas maneras ya que solo fue eso, mi vida.


CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

VUESTRO ADJETIVO PREFERIDO

jueves, 3 de marzo de 2011

TERE! En la página que nos dijiste que teníamos que mirar para hacer el trabajo, en el apartado de LENGUA, pone que tenemos que mirar y clicar en donde pone RECURSOS, pero es que cuando clico no se abre el enlace. ¿Qué hago?

MARTA

miércoles, 23 de febrero de 2011

La mejor noche de mi vida.

Todo está preparado para esta noche, ya tengo muchas ganas, mis compañeros, o más bien dicho, mis conocidos de clase se van a sorprender, no creen que sea capaz de cumplir mis promesas. Ellos no tienen ni idea, no me conocen, no me hablan, no me pegan, no me insultan, apenas me miran, podríamos decir que el único verbo que me producen es “ignorar”. Cada uno de ellos cree que es especial, que tiene algo diferente de los demás, pobres ilusos. Aunque no toda la culpa es suya claro, vivimos creyéndonos que somos únicos, que el mundo gira alrededor nuestro, suerte que yo lo pararé a tiempo. Esta noche cuando mis padres no estén en casa lo haré. Para los intelectuales que se crean que me voy a suicidar están muy equivocados, bien, no tendréis tiempo a preguntároslo, es verdad, lo podréis observar con vuestros propios ojos.
Yo creía que en la escuela no aprendíamos nada, y estaba en lo cierto, pero lo que no sabía era que la escuela tenía tanto poder dentro de mi país, bien empecemos a llamarlo todo por el nombre, estoy en la universidad militar de Biuscoskin y mi país es Estados Unidos.
Es tan fácil engañar a todo el mundo, solo tienes que decir: “Ups! Me equivoqué de aula” Cuando era evidente que estaba en la sala de mandos, donde se envía toda la información a todo el planeta, pero ellos se creen los más listos, los más… no me voy a repetir, si ya lo sabemos. Volviendo al tema, ya no se puede hacer nada, mi plan está en marcha, esta noche va a ser la salvación, no para mi, si no para el planeta. Me siento feliz de poder hacerlo.


Se está aproximando, llega en tres, dos, uno.

Redacción Tema Libre!

Unidos por la eternidad

Cada día que lo pienso me estremezco más, era una de las cosas que entraban como "no lógicas", imposibles, pero eran ciertas.
Alba y Marco eran dos hermanos, no tenían nada en común, uno era estudioso, bien educado y más bien frío, la otra era risueña, extrovertida, muy abierta, pero dentro de sus diferencias tenían una grandiosa similitud : eran gemelos.
Esto no tiene nada de paranormal, lo sé, pero todo cambió, y mucho.

Marco y Alba iban a trabajar a los campos de su padre, a su pueblo natal: Montllum, un pueblo a las afueras de la gran ciudad. Era un pueblo tranquilo, donde toda la gente dormía con la puerta abierta. No tenían mucho dinero, más bien iban bien justos, pero nunca faltaba un plato en la mesa. Marco era el heredero de las tierras, (más de cinco hectáreas) y Alba sería la nueva "Madre Alba" en cuanto alcanzara la edad para entrar en el convento. La familia siempre había ahorrado para conseguir las riquezas necesarias para la inscripción, pero a Alba nunca le había gustado esta idea, quería viajar por todo el mundo, conocer gente, fundar una familia, aunque tenía bastante claro que no era su papel en aquellos tiempos. Marco pero, quería todo lo contrario, aprender y aprender, estudiar y estudiar, su gran sueño era ser médico, pero, al igual que Alba, sabía que no le correspondía. El tiempo fue pasando y Alba y Marco se tuvieron que separar, recorrerían caminos diferentes a partir de entonces.

Alba ingresó en el convento donde todo su destino era conseguir la paz con Dios y rezar por la salud de todos.

Marco continuó en las tierras de su padre, se casó con una bella dama y tuvo tres hijos, ninguno gemelo, ellos fueron los únicos gemelos de toda la familia.

Alba continuaba en el convento, pensando que su vida estaba vacía, sin sentido y poco a poco se iba debilitando.

Marco tenía una vida buena, prosperaba poco a poco, pero se sentía cansado, no gozaba de su vida, no a las tierras. Pero un día Marco soñó con Alba, esta caía enferma y moría al poco tiempo.

Alba se sentía cada vez peor, ya no tenía lágrimas, pero un inesperado día soñó con su hermano, este sufría un fuerte dolor en la barriga. Meses después Alba cayó enferma, padecía apendicitis.

Marco se iba haciendo mayor, y un día, empezó a notar dolor en la barriga, estaba realmente desesperado.

Alba gemía y gritaba que su vida había sido en vano, que no había hecho nada de provecho, no había hecho realidad sus sueños. Su dolor se iba intensificando.

Marco avisó al médico, su dolor empeoraba, pero no tenía ningún síntoma de ninguna enfermedad, no era ninguna enfermedad, no lo sentía en su interior.

Alba murió a los tres días de intenso dolor, al morir dijo: Adiós hermano.

Marco, después de tres días notó como si algo se desprendiera de él, algo muy importante, su dolor tuvo su punto más fuerte y poco a poco fue remitente. Marco sabía con claridad que su hermana estaba muerta, Alba estaba a kilómetros y kilómetros de distancia pero Marc lo sabía, ¿cómo?

No lo sabe nadie, nunca ha sido demostrado física y lógicamente, esperamos que llegue el día de que encuentren el porqué de las cosas, el porqué de esta gran tema: "los gemelos".

martes, 22 de febrero de 2011

BAJARSE AL MORO

Los grupos encontraréis la tarea y los recursos para preparar vuestra parte del trabajo en este enlace.

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/BAJARSEMORO/moro_procesodefinitivo.htm

Sobre el teatro
http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/secundaria/optativas/dteatro/programas.htm#
http://recursos.cnice.mec.es/lengua/profesores/eso2/t3/teoria_5.htm

lunes, 21 de febrero de 2011

LA MEJOR NO CHE DE MI VIDA

Todo aquello era precioso. El sol iluminaba los pastos llenos de hierba fresca, acabada de brotar fruto de las lluvias primaverales. Las flores también asomaban la cabeza para ver aquella belleza tan ilimitada, flores de un montón de colores distintos. Nunca había podido imaginar que se podía apreciar todo aquello con dos simples bolitas como los ojos. Animalitos de todos los tamaños que había estudiado en clase de naturales con Asunción se paseaban por el prado y por los bosques sin ningún miedo, como si yo no estuviera allá observándolos. El cielo estaba medio cubierto por unas nubes finísimas que dibujaban distintas formas que ni tan sólo podían parar aquellos enérgicos rayos de sol. Un chico con el pelo rizado y oscuro, del mismo color que veía yo siempre con mis ojos, se acercaba por la ladera de la montaña cubierta de una finísima capa de nieve en la cima. Tenía una sonrisa preciosa y me miraba con los ojos brillantes, llenos de alegría y de esperanza. Cuando llegó a mi lado dijo mi nombre, y entonces, al oír su voz supe quién era. Marcos, el chico del que siempre había estado enamorada, aparecía allá en medio del nada dándome la mano y besándome en los labios con una pasión que yo nunca antes había experimentado. Tantas sensaciones a la vez eran demasiado para mí. Estaba completamente feliz, cómo flotando en una nube de deseos que se habían hecho realidad. Sí, todo era perfecto. No, no podía ni quería pedir más, pero aquel pitido que destrozaba mis orejas cada mañana volvió a sonar fuerte y agudo como siempre, como si fuera una día normal como todos los otros. Era eso lo que era. Un día normal como todos los otros

CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

EL MEJOR DÍA DE MI VIDA

Al salir del hospital, después de ver a mi abuela luchando contra un cáncer que no tiene cura, ví pasar a una familia. El padre, un señor con bastante edad, la madre, el hijo y las hijas. El padre iba gritando y reprochando a su hijo, un hombre joven, que lo estaba sosteniendo con la mano. El chico estaba cabizbajo y parecía arrepentido. Al parecer el era la causa de una discusión familiar, que nos enteramos todos, puesto que su padre le gritaba:- Aunque seas un ladrón de poca monta, y no tienes razón, yo tengo la obligación de socorrerte, y por mas drogas que tomes y te aproveches de nosotros, la familia y yo tenemos que ayudarte, por qué eres nuestro hijo y, desgraciadamente, vas por mal camino.
Mientras escuchaba a ese padre hablarle a su hijo de esa manera, dispuesto a ayudarlo, a pesar de todo lo que les había hecho, pensaba. Pensaba en que solo aquellas personas que tienen hijos pueden entender que el deber de un padre no acaba jamás, que el amor de padre y madre nunca se cansan de entregarnos. Siempre tienen para darnos, a pesar de lo que pueda pasar.
Que ellos, los que pensamos que nos agobian y nos molestan, que son un incordio y que nunca nos dejan en paz, desean para nosotros lo que nunca han podido tener y que a pesar de los problemas ocasionados por nosotros, familia es una, es la que tenemos y la que tendremos siempre, y el cariño que ellos nos entregan nunca nos lo dará nadie más.
Mientras los veía marcharse con lagrimas en los ojos, dispuestos a enfrentarse a cualquier laberinto, pero eso sí, en familia, pensaba mucho en la mía. En ese momento los quería con todo mi corazón, y sentía que ese sentimiento me ahogaba. Ese chico y mi pobre abuela, que estaba sufriendo en una cama, pero luchando con uñas y dientes. Dos personas completamente distintas pero con sufrimientos semejantes. También pensaba en que hay que tener mucho control y amor para poder enfrentar a la desgracia. Y aunque hallan muchas discusiones dentro de tu casa no creas que tu cariño es una causa perdida, hay que tener la seguridad que ellos te quieren y que ese cariño perdura toda la vida. En ese momento recordé una frase que mi abuela siempre decía: - Dando la espalda no se van los problemas , ni la impaciencia resuelve el sufrimiento.
Ese día … ese día fue el mejor día de mi vida, por qué me di cuenta de que el amor lo puede todo, y que si estamos con las personas que queremos, aquello que nos hace mal desaparecerá. Aunque las personas amadas se marchen su recuerdo siempre estará con nosotros.




G. Yinaris G.

domingo, 20 de febrero de 2011

LA MEJOR NOCHE DE MI VIDA

Una noche de verano paseaba frente al mar de un pueblecito de cuesta. Eran las 9 y aún no se había puesto el sol. Paseaba junto a mi familia y mis mejores amigos por el paseo marítimo. Aquella iba a ser la última noche, el último día, el último paisaje de mi vida. Quería pasarlo con la gente a la que quería. Tenía cáncer, ya no me podía curar. La “quimio” no había hecho resultado, no me lo detectaron a tiempo. Pero no estaba enfadada, solo un poco triste, porque pensaba en las cosas que aún no había hecho y que ya no haría nunca más. Pero pensaba en todas las que había hecho y me sentía feliz por haberlas vivido y disfrutado. Mi vida había sido maravillosa. Tenía una familia que me quería, unos amigos fabulosos, ¿qué más podía soñar?

Paseando por la playa, con la puesta de sol y el sonido del mar, nos acercamos a la orilla, nos quitamos la ropa y con nuestros bañadores, que ya llevábamos preparados, nos tiramos todos juntos al mar. El agua estaba un poco fría, pero con el calor que hacía se estaba mejor que nunca. Nunca hubiera dicho que bañarme en el mar un atardecer de julio me haría tan feliz. Me sumergí un montón de veces, quería saborear ese instante. No me lo quería perder, quería vivirlo al máximo aprovechar el poco tiempo que me quedaba.

Salimos del agua y continuamos paseando por la orilla. El agua nos tocaba los pies, todos estaban en silencio, y se veía en sus caras que no eran felices. Me giré y les dije:

- No estéis tristes por mí. Ésta es la mejor noche de mi vida. Aunque me vaya, siempre estaré en vuestras vidas y en vuestro corazón, des de ahí arriba os vigilaré y os ayudaré cuando lo necesitéis, como vosotros habéis hecho todos estos años conmigo.

De mis ojos cayeron unas cuantas lágrimas. Las últimas lágrimas, que iban dedicadas a la gente a la que amaba y a la que tanto echaría de menos.

Todos nos pusimos a llorar, pero no eran llantos de dolor sino más bien de despedida. Yo no tenía miedo de morir, solo tenía miedo de hacerles daño.

- Gracias a vosotros he conseguido sentirme feliz de haber vivido, y aunque me queden cosas por hacer, se que vosotros las haréis por mí y me siento bien por haber compartido mi vida con vosotros, y por eso, como estáis aquí conmigo, no tengo miedo.

Ya era tarde, eran las 12 o así, nos giramos hacia el mar. Un mar azul oscuro, tal vez el azul oscuro más precioso que había visto jamás. Y este color solo se aclaraba con los rayos de luna llena que se reflejaban en él. Todos miramos la luna, la más bonita que nunca habíamos contemplado. Tal vez era la más bonita porque brillaba en esa última y maravillosa noche de mi vida.

MARTA OLIVA ALBERT

LA MEJOR NOCHE DE MI VIDA

Esa noche fue sin duda la mejor de mi vida. Parece mentira que yo considere la mejor noche de mi vida terminar con el vestido más bonito del mundo, que me compré especialmente para esta ocasión y que me costó días y días convencer a mi madre para que me lo pagase, lleno de barro i medio roto, para tirar-lo derecho a la basura. Y por no hablar de la bronca que tuve al llegar casa por volver a mi casa tres horas más tarde de lo que mis padres me permitían. Y encima, mi madre, al ver que llegaba despeinada y con el vestido medio roto y lleno de barro me aumento el castigo dos semanas más.

Pero eso no me importaba en absoluto. Lo mejor de todo es que había pasado toda la noche con él. Habíamos hablado toda la noche, nos habíamos reído, habíamos tomado algo en un pub, nos habíamos escondido en un parque para escapar del camarero del bar de donde nos habíamos escapado haciendo un "simpa", eso explica el vestido manchado de barro, y nos habíamos besado. Me lo pasé genial a su lado y me atreví a hacer cosas que nunca antes me vi capaz de hacer.

Por eso el castigo que me impusieron mis padres al llegar a casa no pudo quitarme la sonrisa que tenía dibujada en mi cara. Esa noche había vivido la mejor noche de mi vida y ningún castigo lo podía cambiar.



Judith Colom

martes, 15 de febrero de 2011

martes, 8 de febrero de 2011

Cada noche en mi habitación...

Sombras, ruidos, miedos… Me llamo Carlos y esto es lo que siento cada noche al entrar en mi habitación…Es extraño, no querría dormir nunca. Antes me quedaba muchos días al sofá durmiendo para no tener que entrar en aquel mundo tenebroso, pero más de tres noches consecutivas, mi madre me descubrió y al contarle lo que me pasaba me llevó a un psicólogo. Decían que eran imaginaciones de mi subconsciente. Odio a los psicólogos. En teoría son tus ángeles de la guarda y resuelven tus problemas pero no entienden nada, nadie entiende nada. No sé quién está allí arriba pero oigo su presencia y no quiero ir a dormir. Mi madre me acompaña cada noche a dormir des de lo del psicólogo pero ella no oye nada, ni ella ni nadie. Solo yo. Empieza a llover, el agua viene acompañada de rayos, truenos…Noche de tormenta. Como siempre mi madre me prepara el vaso de leche (que la psicóloga dijo que me tranquilizaría) y me lleva hasta la habitación, como si fuera un niño de cuatro años al que le da miedo la oscuridad. Cierra la luz y a continuación la puerta. Empieza la odisea, todo empieza siempre en mi interior. Yo noto una presencia allí como si no estuviera solo, alguien más está conmigo en la habitación. Más tarde empiezan los movimientos, hay aire en la habitación. Me coge frío y necesitaría más mantas pero no me atrevo a levantarme. Oigo un ruido extraño, un pitido muy agudo no muy lejos de mi oreja, esto va seguido de un susurro. Solo entiendo palabras sueltas pero no puedo entender el significado de su mensaje. He leído libros y he consultado páginas web en internet sobre este tema: los espíritus y los espectros. Todos dicen que son almas que han muerto cuando no era su hora y que les ha quedado alguna cosa para manifestar en el mundo de los humanos. Si se te manifiestan a ti probablemente sea porque tienen algo que decirte, algún mensaje que darte pero ¿Quién es ese espíritu? Me duele la cabeza, no quiero oír más voces, podría dejarme en paz de una vez y que pudiera dormir por lo menos 5 horas esta noche. Pero no, las voces parecen subir de intensidad y se forman todo de imágenes extrañas en mi cabeza entonces es cuando decido que voy a hacer. Estoy harto de no saber afrontar la realidad. Pienso llegar hasta el fondo de esta cuestión, sabré quién quiere decirme algo y qué quiere decirme. Entonces me dejará en paz, como decía en los libros. Cuando el mensaje está dado el alma ya puede descansar en paz.

CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

lunes, 7 de febrero de 2011

NUEVA EN EL INSTITUTO

-Un momento de atención por favor! Os quiero presentar vuestra nueva compañera, se llama Berta. Berta cuéntanos algo de ti para que te empecemos a conocer.
- Yo antes vivía en un pueblo junto a Barcelona, se llamaba Sant Cugat, mi padre se quedó sin trabajo por culpa de la crisis, y solo con el sueldo de mi madre no podíamos estar. Entonces mi padre encontró un trabajo en una pequeña empresa que hay aquí en el pueblo de al lado, como que era una buena salida vinimos aquí, tuvimos que dejar todos nuestros amigo, la familia y la casa para empezar de nuevo en este pueblo donde no conocemos a nadie. Espero poder encajar bien entre vosotros. - En ese momento estaba muerta de vergüenza, todos estaban pendientes de yo, lo que más me tranquilizó fue que parecía que todos me miraban con atención, parecía que les interesaba lo que decía.
-Gracias por contarnos todo esto, espero que encajes bien con todos ellos- me dijo el profesor, parecía buena persona-. Ahora siéntate junto a Paula e intenta ponerte al día sobre la materia. Paula ayúdale con todo lo que puedas.
Me fui a sentarme en el lugar donde me había dicho el profesor, Paula parecía buena chica. Vestía de manera parecida a la mía, tenía un cabello largo y castaño y los ojos eran marrones muy claros. En ese momento no lo sabía, pero al cabo de un tiempo Paula se convertiría en mi mejor amiga.
Todo empezó a las dos semanas de llegar en ese colegio, aún no tenía ningún amigo, muy me habían dicho algo, pero solo por compromiso. Me sentía sola y muy triste, por eso algún día me cerraba el baño para llorar, porque si lo hacía en casa de mis padres se sentirían culpables, porqué tampoco había sido fácil para ellos empezar de nuevo.
En ese momento sentí que golpeaban a la puerta, abrí y vi que delante de mí estaba Paula, mi compañera de mesa en la clase de biología. Me preguntó que me pasaba y estuvimos charlando un buen rato, era muy simpática y agradable. Me contó que ella también había pasado por eso de cambiar de instituto y que también lo había pasado muy mal, por eso ella me entendía tan bien. Desde ese día fuimos quedando muchos días para tomar algo, dar una vuelta por el pueblo, hacer los deberes juntas ... Ya no me sentía sola, aparte de ella también había hecho otras amigas, pero no como Paula. Un día me invitó a pasar el fin de semana en su casa de campo en las afueras de la ciudad, irían sus padres, su hermano mayor y ella. A mí ir a la montaña me gustaba mucho así que les pregunté a mis padres y me dijeron que si, les caía muy bien Paula.
Nos fuimos con el coche de sus padres a las 9 de la noche, cuando su madre acabó de trabajar, llegamos bastante tarde, cenamos y nos fuimos a dormir. La casa no era muy grande, solo tenía dos dormitorios, en un dormían sus padres y en el otro Carlos, Paula y yo. Durante esa noche estuve hablando mucho rato con Carlos, no lo conocía mucho pero era muy simpático. Estuvimos todo el fin de semana juntos, durante aquellos días descubrí que Carlos no era simplemente un amigo, me gustaba mucho, pero no se lo quería decir a Paula, no quería que se enfadara conmigo porque me gustara su hermano. Lo intenté ocultar durante algún tiempo, pero aunque no nos conociéramos hacía mucho tiempo Paula me conocía muy bien y sabía que le estaba ocultando algo, al final se lo confesé, ella me dijo que ya lo suponía, porque desde hacía días sólo le preguntaba por él, quería ir siempre en su casa y le miraba de otra manera. Ella me dijo que le gustaría mucho que yo saliera con su hermano, también dijo que él también le preguntaba bastante para mí, eso me hizo saltar de alegría, ¡él se interesaba por mi! Ella me ayudó con todo lo que pudo, y al final lo consiguió, ¡consiguió que Carlos y yo saliéramos juntos!
De eso ahora ya hace 1 año, Carlos sigue siendo mi novio y Paula sigue siendo mi mejor amiga! Ahora pienso que aunque al principio pareciera la peor cosa del mundo cambiarme de instituto, ahora veo que gracias eso malo e podido conocer a estas dos personas que son muy importantes para mí, ¡he visto que cada cosa mala tiene su lado bueno!

JUDITH COLOM.

TEMA LIBRE

UNA GRAN PÉRDIDA

En la calle se oyeron los caballos. Eran ellos otra vez. Tenía miedo, no entendía nada. Estaba todo en silencio, no se oía nada. Solo que cada vez estaban más cerca.

Mi padre siempre había sido un buen hombre, nunca le había hecho nada a nadie. Era carpintero, el carpintero del pueblo. Quería mucho a mi madre y a nosotros. Éramos 3 hermanos. Yo era el mediano. María era la mayor y Luna era la más pequeña, solo tenía 10 meses. Una tarde estábamos en casa jugando y se acercaron los caballeros del rey y se llevaron a papá. Se lo llevaron atado con cuerdas como un animal. Lo encerraron en una jaula y le torturaron.

Esa noche volvió a casa, no nos lo podíamos creer, le habían dejado. Pero de pronto, cuando estábamos cenando se oyeron los caballos. Solo al oír el ruido de los caballos a mi padre le cambió la cara. Corriendo nos dio un beso a cada uno, llorando, la última fue mi madre, que estaba también llorando. Él le dijo unas palabras al oído y luego se fue. En ese momento lo entendí, nada bueno iba a pasar, no le habían soltado, se había escapado. Mis hermanos mayores también lo entendieron. Mi padre se fue. Los caballeros estaban ya delante de nuestra puerta, la tiraron y empezaron a gritar y a desmontarlo todo. Mi madre corrió a protegernos, se puso delante nuestro, hubiera dado la vida por nosotros. Uno de los caballeros apartó a mi madre y tiró al suelo a mi hermana, cogiendo a Luna. Estaba llorando, los caballeros la cogieron con sus sucias manos, mi madre se abalanzó sobre ellos, y uno de ellos, con su espada le hizo un corte en el brazo. Oímos como se alejaban, se alejaban dejando atrás una familia rota. Mi madre no podía parar de llorar, no por el dolor de la herida, sino por el gran vacío que tenía en su interior. Se habían llevado a Luna, y, aunque no físicamente, también se llevaron a papá.

No sabíamos dónde estaban ni si los volveríamos a ver alguna vez.

MARTA OLIVA ALBERT

miércoles, 26 de enero de 2011

En la bola de cristal

- Protégela como a tu vida. ¿Por qué tu quieres vivir?
- ¡Claro que sí!

Se desvaneció como si un suspiro hubiera sido. Aquella mujer de orígen gitano había dejado encima de mi silla una pequeña y esférica bola de cristal. Me sentía raro pero me daba la sensación de que esa era mi cura. Me podría salvar.

Un caluroso día de julio estaba estirado en mi favela, sí, no tenía mucho dinero. Mi padre había perdido su empleo y mi madre se había quedado embarazada por quinta vez. Todos los adolescentes de mi edad sueñan con tener un futuro, unos estudios y trabajar de lo que quieren, pero yo no, yo solo sueño con poder comer, poder dormir en una cama caliente y tener a unos padres que me quieran. Como todos los días tendría que ir a robar para poder alimentar a mis hermanos. Nunca me habían pillado y no sabía que esa iba a ser la primera vez.
- ¡ Ladrón! – me estaba dando varios golpes en mi cabeza.
- ¡Por favor! ¡Te juro que te lo devuelvo!
- Nunca más vas a volver a robar niñato, tenlo por seguro.
- ¡No me haga nada!
Todo ocurrió en ese momento, cogió un ramillo de romero, un poco de agua pura y entonó un fúnebre cántico, yo le lloraba y le pedía perdón, pero no servía de mucho. Tras acabar su último verso me condenó a muerte. Ella me había maldito, en tres días me moriría, aunque eso no era lo peor, esos tres días iban a ser los peores de mi vida.
En mi favela apenas se enteraron de que pase esa noche en la calle. La gitana que me maldijo no parecía estar bromeando, ¿y si me iba a morir?
Y entonces fue cuando recibí mi bola de cristal, mi bola era como mi vida. La gitana me había dado la oportunidad de salvarme, de poder huir y sumergirme dentro de la bola. Podía hacer dos cosas: pasar mis últimos tres días sufriendo y después morir, o pasar el resto de la eternidad dentro de una triste y nevada bola de cristal.
Hoy estoy dentro de la bola de cristal maldiciendo el día en que robé, maldiciendo el día en que nací, maldiciendo el día en el que decidí entrar. La peor cosa que a una persona le puede pasar no es la tortura, no es la muerte, es la soledad. Llevo muchos años esperando que alguien destruya la simple bola de cristal, esperando que alguien me libere, esperando con deseo poder morir.

martes, 25 de enero de 2011

EN LA BOLA DE CRISTAL



Fui a la feria por la tarde con mis amigos. Visitamos muchas cosas interesantes, pero cuando se hizo de noche na había nadie solo quedaban: el perro y yo, pero el animal se asusto y le dio un patatús y se murió, yo me sorprendí , pero al fondo vi una tienda misteriosa, salia humo de dentro, y yo me dije “vamos a ver que hay en esa tienda”. Fui lentamente sin hacer ruido, abrí la cortina y me encontré al perro del patatús y a su jefe, yo por supuesto me asuste y me desmaye.

Me desperté y me di un golpe en la cabeza y empecé a gritar , el señor extraño explico lo que era mientras me curaba la heridas, yo me sorprendí mucho a saber de que trabajaba y le pregunte y me podía decir mi futuro en la bola de cristal, él me contestó que si, me senté en la silla que había delante de la tabla y el mago empezó.

Empezó diciendo unas palabras que yo desconocía, eran muy raras, entonces de repente, en la bola de cristal, salieron unas imágenes de yo dentro de vente años. Estaba con una gente rara, todos llevaban traje y corbata y yo iba con calzoncillos, esteva en la prisión cogido por los guardias y uno me estaba poniendo la esposas para ser electrocutado. Yo estaba muerto de miedo, cuando vi ese futuro que me esperaba.

Estaba en el corredor, caminando con la cabeza hacia abajo, los otros prisioneros me tiraban objetos, no se por que, pasamos una puerta y alli vi la silla, me pusieron encima de ella, me mojaron la cabeza y me pusieron el casco. Entonces el director bajo la palanca, yo cerré los ojos y me desmaye.

Me desperté a la mañana siguiente, le pregunte que me había pasado, él respondió que me había desmayado, me contó lo que me pasaba al final, acabó y me fui hacia casa. Llegue y mi madre estaba muy preocupada y le explique lo que había pasado.

en la bola de cristal

en la bola de cristal

EN LA BOLA DE CRISTAL

Era un sábado de otoño por la tarde, no tenía nada que hacer, así que me fui con una amiga a una feria medieval que había esa semana en mi barrio. Pasamos toda la tarde por ahí, dando vueltas por la feria descubrimos una “paradita” de una adivina y entramos. Mi amiga me animó a que nos leyera el futuro, a mi esto me parecía una tontería, pero a ella le hacía ilusión. Ella tampoco se acababa de creer estas cosas, pero le daban un poco de miedo, así que decidí que me leyese el futuro a mí. Le hicimos un par de preguntas sobre mi futuro, como que nota sacaré en el examen de física que tenía el lunes y cosas así, pero después empezamos a hacer otro tipo de preguntas: ¿me casare?, ¿tendré hijos?, y finalmente, ¿Cómo moriré?
Con este tipo de preguntas necesitaba utilizar su bola de cristal. Empezó a recitar un texto en un idioma desconocido y hacer unos movimientos muy extraños con las manos y finalmente en la bola de cristal empezó a aparecer unas imágenes. Nosotras solo veíamos sombras dentro, pero según la adivina eso era mi futuro. Al cabo de unos minutos, después de poder observar las sombras detenidamente me miro fijamente y me respondió a las tres preguntas que le había hecho anteriormente. Primero me contestó si me casaría, me dijo que no; después si tendría hijos, también me dijo que no tendría ningún hijo; finalmente me respondió la última pregunta, como moriría. Me dijo que mi muerte estaba muy cerca, que moriría muy joven, por eso no tendría ni hijos ni me casaría. Me dijo que moriría atropellada por un camión una noche de otoño, lo último que vería serian las luces del camión que aparecerían por sorpresa cuando yo estuviese atravesando un paso de peatones y yo no podría esquivar.
Cuando salimos de esa “paradita” ya se había hecho de noche. Lo que me había dicho esa adivina me dejo un poco preocupada, a nadie le gusta que le digan que su muerte está cerca. Durante en camino de vuelta a mi casa estuve la mayor parte del tiempo sin hablar, pensando en lo que me había dicho esa mujer, mi amiga se sentía un poco culpable porque había sido ella la que había hecho esa pregunta pero no sabía que decirme. Cuando nos separamos ella me dijo que no me preocupara, que nada de lo que decían esas mujeres era verdad. Nos despedimos y quedamos para vernos al día siguiente. Me dispuse a atravesar el paso de peatones para poder llegar a mi casa cuando de repente y sin ningún aviso lo único que pude ver fueron unos faros muy potentes de un camión que me dejaron deslumbrada y no me permitieron ver nada más,
solamente pude oir la voz de mi amiga gritando mi nombre.


Judith Colom

domingo, 23 de enero de 2011

EN LA BOLA DE CRISTAL

Era una tarde de verano. En la sala de espera del hospital hacía mucho calor. Acababan de ingresar a mi amiga Lina. Se había desmayado en el trabajo. Hacía días que no se encontraba bien. Salió el médico y nos dejo entrar. Estábamos su hermana y yo. Sus padres vivían en un pueblo y hasta que no supiéramos lo que le pasaba y si era grave no los queríamos asustar. Entramos y la vimos, tumbada en la cama y con los ojos rojos. Había llorado. Corrimos a preguntarle que le pasaba. Con la mano se secó las lágrimas y nos dijo que le habían diagnosticado un cáncer de pulmón. Que estaba avanzado y que no la podrían curar. Su hermana se puso a llorar al instante, yo me quedé quieta. Mi cerebro se paró de golpe, no podía asimilar sus palabras. No podía ser verdad, ella no! Ella no se podía morir, era muy injusto. Ella tenía mucha vida por delante… Entonces le tomé la mano. Ella volvió a llorar y nos dijo que ya lo sabía. No la entendimos.

- ¿Qué dices? – le preguntamos. – Esto no se puede saber.

- Sí. Es culpa mía no le hice caso.

- ¿No le hiciste caso a quién? – dije.

- ¿De qué hablas?

Entonces nos dijo que nos sentáramos. Que era una historia muy larga. Empezó:

- Una tarde me senté en un banco y me quedé embobada mirando unas flores, unos tulipanes. A la luz del sol sus colores eran muy vivos. De pronto se me acercó una mujer. Me asusté un poco y me fui. Luego pensé que tal vez le tenía que haber dicho algo antes de irme de esa forma, pero lo que hice ya estaba hecho. Pasaron unos días antes de que me la volviera a encontrar. Cuando la vi supe en seguida que era ella. ¿Qué quería? pensé. Se me acercó me dijo que le diera la mano… al final se la di, me agarró todo el brazo y me llevó hasta una tienda. Fue todo muy extraño, me hizo sentar en una silla delante de una mesa. Encima de la mesa había una enorme bola de cristal. Me dijo que me había visto en ella, que por eso me había seguido. Que había visto mi futuro en la bola y que no era bueno. Me quería advertir. No le hice caso, me levanté y me fui corriendo muy asustada. Una noche, soñé con esa señora. Me decía que estaba enferma, que fuera al médico, me desperté sudando. No pude dormir más. Soñé con ella muchas veces.

- ¿Y por qué no me lo habías dicho? – dije yo.

- No le di importancia, al cabo de unos meses ya no apareció más en mis sueños, y pensé que tal vez fuera todo una ilusión fruto de mi imaginación. Pero no lo era, no le hice caso… me voy a morir.

Rompió a llorar. No me lo podía creer. Era una historia muy rara. Era todo muy extraño. La señora, los sueños… pensé: ¿Y yo que hubiera hecho? ¿Habría ido al médico? Pobre Lina.

No sabía que decirle. Lina estaba desesperada.

- ¿Por qué no le hice caso? ¿¡¡¡Por qué?!!?! – no paraba de repetírselo.

Me pellizqué para despertar de mi sueño, pero no funcionó, no era un sueño, era la realidad. Era todo como una pesadilla de la que no podíamos despertar.

MARTA OLIVA ALBERT

EN LA BOLA DE CRISTAL

Mi vida empezó a cambiar después de aquello. 12 de febrero, el día de mi cumpleaños. Llegó la noche y aún nadie se había acordado de mi, ni siquiera mi madre. Ya estaba lo suficientemente ocupada con aquel nuevo novio que se había echado. Me puse el pijama y me fui a lavar los dientes. Al llegar, fue cuando me llevé la única sorpresa de mi día de cumpleaños. Una bola de cristal yacía allí, en medio de mi cama. Era como las de las pelis de brujas que tanto me gustaban cuando era una niña. Había una nota: “De aquel que siempre te recuerda, papá.” Lo que estaba viendo no podía ser posible, mi padre estaba muerto. Había fallecido justo un año antes. El día de mi aniversario, un camión se llevaba el único recuerdo bonito que tenía en este planeta, no me quedaba nadie más. Yo tenía una especie de don que todo el mundo querría tener y que yo detestaba: parecía invisible para todos, era como si no existiera. Con mi desconcierto, me fui a dormir dos horas más tarde.
De pronto le vi. Yo estaba en medio de un prado. Todo lo que la vista abastaba era hierba fresca con flores primaverales de todos los colores que acababan de salir para mostrar al mundo sus preciosas tonalidades. Los rayos de aquel sol, que no quedaban tapados por ninguna nube iluminaron aquel abrazo que tanto tiempo había estado esperando. Mi padre me había venido a buscar. Por fin dejaría de aguantar aquella estúpida vida en aquel mundo en el que queriendo o sin querer yo no era más que un objeto invisible.


CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

jueves, 13 de enero de 2011

CARTA AL DIRECTOR

Escribo para dar mi opinión sobre el documental que emitieron el TV1 esta semana, Comprar, tirar, comprar. Nos contaban que todos los productos que compramos tienen como una "fecha de caducidad" que les obligaba a dejar de funcionar cuando pasaban ciertos años o que fabricaban productos de menor duración para que los consumidores tengamos que comprar más y de esta forma ellos poder ganar más. En mi opinión ese documental se reía un poco de nosotros, los consumidores, porque era una cosa que no podíamos cambiar de ninguna manera y que es una vergüenza de que el sistema capitalista actual tenga que actuar de esta forma para enriquecerse cada vez más a costa del consumidor.
Antes los productos tenían una duración más prolongada que los actuales (más calidad, más resistencia…). Esto ha cambiado debido al gran afán de enriquecimiento de la actual sociedad de consumo, que nos está exprimiendo continuamente el dinero.
Según qué productos té ves obligado a obtenerlos para no estar desfasado de la sociedad, porque por ejemplo la electrónica está avanzando a un paso desorbitante, hoy te compras un ordenador y al año siguiente ya queda desfasado porque ha salido uno más actual i con mejores prestaciones.

Judith C.

martes, 11 de enero de 2011

Carta al director

Ayer fue un caluroso día y creí conveniente mirar El Tiempo para saber si el fin de semana podría ir de viaje o no. Estaba buscando una cadena en que lo emitieran pero en todas estaban haciendo deporte, (¿Cómo no?) y haciendo “zapping” encontré El Tiempo de una cadena bastante actual: “La Sexta” cuyo presidente es Emilio Aragón. Ahora viene la crítica señor Aragón, usted cree que es una buena forma de expresarse poniendo en el mapa meteorológico palabras tan vulgares como: ¿“Fresco”, “Calor” y “Calorazo”? No me lo podía creer, sinceramente, no soy ningún intelectual pero señor Aragón, por favor, no nos trate de idiotas o algo por el estilo, porque sabemos lo que quiere decir anticiclón, altas temperaturas o precipitación. También quería nombrar al pobre meteorólogo al que todos pudimos ver su cara al observar esas palabras en el mapa que, en mi opinión, debía estar pensando: ¿Para esto he estudiado yo carrera? Me surge la duda si esta noche volverán a emitir un parte como el de ayer o innovarán su diccionario con palabras como: “rasca” o “biruji”. Por favor “La Sexta” no nos trate como inútiles. Aparte de que es bastante obvio que en pleno mes de agosto no va ha hacer frío, me gustaría saber donde está exactamente la diferencia entre calor y calorazo, ya que era obvio que ponía calorazo en las horas del mediodía y a medida que avanzaban las horas bajaba un nivel y ponía calor.
Don Emilio sino tiene claro el tiempo, dígalo, pues hay cien cadenas más que también lo dan y usted, des de todo el respeto, no queda tan mal.



David López.

Una historia de amor



 Esperar y esperar, sabiendo que no pasaría nada de nada, porque nuestro lenguaje de amor eran las miradas de lejanía. Así fue mi vida pero cuando oía el ruido de las llaves que abrían aquella puerta de madera italiana, era un señal de plenitud, que llenaba el inmenso silencio que escuchaba en aquella habitación que mi vista tanto conocía. Eso quería decir que ya había llegado que sus presencia ya estaba allí, con su abrigo de piel de zorro y con un teléfono móvil que llevaba en la mano derecha hacia su oído y por la expresión de su rostro no parecía que el tema de conversación empleado con el invisible destinatario fuera agradable. Al terminar sus ultimas palabras, lo dejaba con impotencia sobre la mesa donde se encontraban todos sus maquillajes. Se sentaba delante del espejo donde le reflejaba el flash de mi cámara de fotos, mientras sonaba el tocadiscos se quitaba la ropa siguiendo el ritmo que marcaba la melodía. Se desenganchaba la peluca de su pelo castaño, a continuación se desataba con suavidad el corsé y finalmente se bajaba las medias hasta quedar-se con el cuerpo completamente desnudo. Así era su verdadera belleza femenina, no la imagen que quería hacer ver a los hombres.

Después es tumbaba en la cama, encendiendo un pitillo acompañado de posturas sexuales, porque sabía a través el cristal de la ventana que mis ojos caerían en la tentación.

¡Lo apago! Sacó un cuchillo  del cajón y se…. Yo corrí desesperado a su dormitorio, para evitar cuya barbaridad pero ya era demasiado tarde .
Fue así la primera y ultima vez que pude dormir al lado de su cuerpo helado, y el mió caliente. Sin saber su verdadero nombre y el porque de su reacción.

Maria Gasa

lunes, 10 de enero de 2011

CARTA AL DIRECTOR: LA SEMANA BLANCA

Señor director, soy padre de un chico de quince años i quería dar mi opinión sobre un tema muy actual que nos está afectando mucho a todos. La semana blanca de vacaciones. Estoy en contra de que el nuevo gobierno dé marcha atrás en las decisiones tomadas por el gobierno anterior sobre hacer vacaciones en aquella semana. No creo que puedan cambiar de opinión así como así, se tendría que mantener al menos durante este curso, ya que la mayoría de familias han adaptado su calendario de vacaciones a la semana blanca y ahora desequilibrará todos los planes de las familias. ¿Puede el nuevo gobierno tomar esta decisión sin valorarlo junto a la opinión de todos los afectados? Encima el calendario escolar ya estaba estipulado según este plan y si se saca en algún lugar deberemos poner estos días de vacaciones, hecho que aún hará más difícil escoger estos días para que plazcan más o menos a todos. En mi opinión esta semana no se tendría que quitar ya que la mayoría de padres nos lo podemos organizar para coger vacaciones y es una buena época para que los niños desconecten de la rutina y hagan unas vacaciones cortas.
Clàudia Bochaca Sabarich

CARTA AL DIRECTOR

CARTA AL DIRECTOR DE LA VANGUARDIA

Sr. Director, le agradezco mucho que me deje escribir en este apartado del periódico de: “CARTAS DE LOS LECTORES”.

Des de aquí, quiero dar las gracias a un anónimo que salvó a mi hijo el día 29 de Diciembre de 2010. Mi hijo estaba cruzando por un paso de zebra, cuando un hombre o mujer, que iba armado, le atacó por detrás y le robó todo el dinero que llevaba. Le clavó un cuchillo debajo de las costillas. Suerte que un anónimo, al que le estaremos eternamente agradecidos, llamó a una ambulancia y luego se fue. También quiero agradecer al equipo médico que atendió a mi hijo en urgencias, los médicos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Solo llegar, le atendieron en un “box” y se lo llevaron a quirófano rápidamente. También des del hospital nos llamaron para avisarnos y nos informaron del estado de nuestro hijo. Le operaron, estuvo 3 horas en el quirófano hasta que un médico salió y nos contó cómo había ido la operación. Le habían tenido que quitar un riñón, pero estaba estable y no había ningún peligro. Ahora mi hijo está ya un poco mejor, y vuelvo a dar las gracias a todos los que nos han ayudado a salir adelante.

MARTA OLIVA ALBERT