miércoles, 15 de septiembre de 2010

El silencio de la noche...



El silencio de la noche se rompió con el seco sonido de un disparo. Eran las dos de la madrugada y no había nadie por ese callejón, pero lo que yo había oído estaba claro. ¡Era un disparo! Había venido de la esquina de al lado, me armé de valor y fui a ver lo que había pasado. Cuando entre en el suelo vi unas manchas de sangre i más al fondo la figura de un hombre que empezó a correr cuando me vio. Pronto descubrí el porqué de su reacción, en el suelo había un hombre con una herida de bala en la barriga. Me quede un momento paralizado sin saber bien el que hacer, pero pronto se me pasó al ver que ese hombre se movía. Fui corriendo hacia el puesto donde estaba el, descubrí que aún respiraba, llamé a una ambulancia y pronto llegaron. Cuando llegaron también vino la policía, aunque el hombre hubiese salido con vida eso se trataba de un intento de asesinato y tenían que investigar-lo. Tuve que acompañar a los agentes a comisaria, porqué yo era el único testigo de lo sucedido y me tenían que preguntar muchas cosas, aunque yo no pude contestar a muchas preguntas. Lo único que yo había visto era a un hombre alejarse corriendo de la escena del crimen en la oscuridad de la noche, no pude ver nada más, estaba todo muy oscuro.
Al cabo de unos días fui a visitar a ese hombre, que se llamaba Carlos, al hospital. Ya se había recuperado el conocimiento y estaba fuera de peligro. Hablamos durante mucho tiempo, se me pasaron las horas volando. Me dio las gracias muchísimas veces por haber-le salvado la vida, gracias a mis conocimientos de primeros auxilios pude salvar la vida de Carlos. Esa sensación era nueva para mí, pero me encantaba, yo había conseguido salvarle la vida, yo que nunca antes había conseguido nada importante. Esta experiencia me cambió por completo. Hablé de esto con Carlos y me aconsejó. Desde ese momento me empecé a dedicar al mundo de la medicina. Empecé desde abajo del todo i ahora pasados 10 años soy uno de los doctores más importante de este hospital y todo se lo debo a Carlos.
Al cabo de unas semanas Carlos salió del hospital. Justo una semana después detuvieron al hombre que le disparó, se trataba de un vagabundo alcohólico que quería dinero para poder comprar-se bebida.
Carlos y yo somos amigos íntimos desde ese día, cada tarde quedamos en el bar y recordamos viejos tiempos.


Judith Colom


1 comentario:

Teresa dijo...

Bueno, Judith, has hecho un relato correcto, explicado con ritmo y utilizando un léxico adecuado (excepto cuando empleas la palabra "barriga" que es demasiado coloquial o familiar.Mejor emplear la palabra "vientre").
Los errores más evidentes son interferencias del catalán: NO empleamos "I" sino "Y"; no escribimos guión entre verbo y pronombre postpuesto: "investigarlo" en vez de "investigar-lo".
Otro problemilla que habrá que corregir sserá la puntuación; prueba a escuchar tu redacción por Vozme a ver si la encuentras bien puntuada.