miércoles, 13 de octubre de 2010

AUTOBIOGRAFÍA DE UN PERSONAJE FAMOSO

Me llamo Clàudia Bochaca y nací en Barcelona el 1984. Soy de una familia de clase media. La menor de tres hermanos. Mis padres, Rosalia Sabarich Cino i Juan Bochaca Jordán son los dos médicos del hospital de Sant Joan de Deu. La profesión ya les viene de familia. Sus dos hijos mayores: Manuel, que estaba cursando la carrera de periodista y Juana que quería ser policía, se habían rebelado contra mis padres en su insistencia para seguir la tradición familiar y llegar a ser médicos. Papá y mamá, resignados, tenían la intención y la última esperanza de luchar lo más que pudieran para que yo, su hija pequeña, su última hija cursara la imponente carrera de medicina. Nunca me imaginé que mis padres iban a cuestionar mi futur. ¿ y los principios de libertad e independiente elección de carrera que nos habían enseñado en la escuela, dónde estaban? Mis padres me dijeron que no tenía elección, que si quería que me pagaran mis estudios tenía que ser médico, y que si no ya me podía estar buscando la vida; No querían otro pequeño monstruito rebelde en la familia, eso es lo que me dijeron. No podía imaginar aquello. Sólo tengo una vida para vivir, eso es lo que pensé entonces. La gran oportunidad que tenemos de estar aquí y de tener al alcance cualquier sueño que se nos pase por la cabeza. Tenemos que aprovechar cada uno de los segundos que nos regala la vida y usarlos para hacer aquello que de verdad nos satisface; CARPE DIEM pensé entonces. Empecé a compaginar mis estudios con el trabajo en un bar de tarde. Mis ahorros aumentaron. No hice bachillerato. No podía perder más tiempo, mis padres eran demasiado astutos y se hubieron podido pensar cualquier cosa para que su hija hiciera por fin lo que ellos querían. Fueron largas tardes discutiendo. Días enteros que parecían no terminar nunca. Gritos, peleas...A la fin me fui de casa, a vivir con Melanis, una amiga que venía del Pirineo para hacer el bachillerato a la gran ciudad. Tenía un piso y yo le había propuesto alquilarle una habitación. Me instalé y lo primero que hice fue dirigirme al instituto del teatro. Quería matricularme para este nuevo curso. Entré con el reflejo de ilusión en mi cara. Por fin, por fin estaba a punto de lograr aquello que tanto había deseado. Todas mis ilusiones desaparecieron cuando mi conversación con Blenia, la secretaria empezó. Tenía dieciséis, y para que un menor de edad entrase en la escuela, se necesitaba la autorización de sus padres o tutores legales. De no ser así, tendría que esperar hasta los dieciocho para entrar. Salí de aquel edificio con el pánico dibujado en mi cara. Qué haría ahora? Se había acabado todo, no podía esperar dos años. Si mis padres se enteraran de que no estaba estudiando ni haciendo nada de nada, me pondrían en el bachillerato y luego en medicina, viviera o no viviera en su casa.
Las hojas caían de los árboles cómo gritando que ya era otoñó. Pequeñas lágrimas mojaban mis rojizas mejillas. Fue entonces cuando apareció le luz. Una luz pequeña que mi hizo llegar a los grandes focos del escenario. Un hombre desenfadado, simpático, joven y muy guapo se me cruzó por el camino. Se giró y me preguntó el nombre, dijo que era director de cine y que estaba preparando una serie. Con sólo verme me había visto en el papel protagonista de la serie. Jane, una niña atrevida, con sus puntos de rebeldía y un corazón que no le cabía en el pecho. No hicieron falta castings, el papel era mío. Empezamos a ensayar, grabar… Todo aquel mundo era impresionante, yo no tocaba de pies al suelo, no podía creerme aquello. La serie empezó a emitirse un año después, a tV-3. Se llamaba “Res es imposible” Jorge el joven director de la película y yo nos habíamos enamorado a primera vista, y para cuando las serie empezó emitirse, me mudé a su casa que a partir de ahora también sería mía. Fue entonces cuando mis padres, gracias a la gran pantalla volvieron a tener noticias mías. Me los encontré en el plató después de la grabación de un capítulo nuevo. Me pidieron perdón por no haber dejado cumplir mi sueño desde un buen principio, que volviera, que me querían. Pero ahora era tarde, había podido llegar hasta allí sola y ahora no volvería a casa, ya tenía mi propia vida con Jorge y ellos me habían dejado en la calle en un momento difícil. Mi carrera siguió avanzando y al finalizar la serie, me cogieron para una película que se rodaba en Madrid: “sin fronteras” esto supuso la separación de Jorge y yo durante más de un año, pero no afectó nuestro amor. Jorge tenía un nuevo proyecto para dirigir una serie en Hollywood, y yo era su producto, protagonizaría aquella serie junto a Robert Pattinson. Ahora estoy viviendo en Hollywood, el rodaje de la película está yendo de maravilla pero no puedo contaros más…Esperó que deis una visita al cine cuando se estrene “noches de papel”. No os la podéis perder!

Clàudia Bochaca Sabarich

1 comentario:

Teresa dijo...

Está muy bien, Claudia. Tienes alguna interferencia del catalán al emplear las preposiciones (en vez de "a TV3" es "en TV3" y la expresión es "tocar de pies EN el suelo")o porque olvidas los signos de puntuación al principio de las interrogaciones y las exclamaciones.
También debes evitar expresiones demasiado coloquiales como "buscarse la vida" pero,de todas formas, es un buen trabajo.