Aquel fue uno de los momentos más divertidos de mi vida

Un día fuimos a esquiar a Espot Esquí con todos los amigos. Nos habíamos alquilado un mini bus, para poder ir todos juntos y sin preocuparnos de quien conduciría. Al llegar a la estación nos equipamos, unos íbamos con esquís y los otros con snow. Al llegar a pies de pista, nos comunicaron que el telesilla la Roca, el que va de las taquillas hasta el restaurante, estaba cerrado por una avería. Nos dirigimos al responsable de la estación, el señor Sala. Nos comentó que la avería era muy grave, se había torcido una pilona a causa del viento que hizo durante la noche. Éramos clientes de toda la vida y el señor Sala nos dio la oportunidad de subir andando. Todos los telesillas i telesquí de arriba estaban abiertos, nos dijo que si subíamos en el estadio podríamos montarnos unos saltos, para poder practicar para el campeonato que seria dentro de dos semanas. Nos lo pensamos un poco i al final decidimos subir.
En las pistas no había nadie era todo para nosotros, nos fuimos al estadio. Cogimos unos bancos, unos tableros, unas barandas y unas palas, cuando ya lo teníamos todo en su sitio empezamos a montar los saltos y las barandas. Por la noche había caído medio metro de nieve, nos fue más fácil cogerla y amontonarla. Una vez terminados los saltos empezaron las discusiones todos queríamos ser el primero. Al final decidimos hacerlo por edades. A mi me toco el quinto. Cuando hice el tercer salto todos se quedaron alucinados, había sido perfecto. Aquel fue uno de los momentos más divertidos de mi vida.
Después de unas cuantas horas de hacer el animal decidimos irnos. Primero pasamos por la oficina del señor Sala, para darle las gracias de dejarnos la estación. Y después nos fuimos al autocar para ir hacia casa. Esa noches todos dormimos planos.