martes, 14 de diciembre de 2010
HISTORIA DE AMOR
En el momento en que hablamos por primera vez no me podía imaginar que se fuese a convertir en una persona tan especial i esencial para mi, ni yo ni ninguno de mis amigos.
Nos conocimos en una fiesta, sus amigos se juntaban bastante con mis amigos y gracias a ellos nos conocimos. Desde ese día empezamos a hablar bastante y a confiar el uno en el otro. Empecé a sentir algo por el un tiempo después de conocerle, no lo veía solo como un amigo, sino como algo más, pero dudaba mucho que el sintiese lo mismo que yo, así que seguí igual que siempre con él. Lo último que yo quería era poner en peligro nuestra amistad. Un día hablando me contó que estaba empezando a sentir algo especial por una chica, yo al ver eso me entristeció muchísimo, porque cada vez me gustaba más y no podía soportar la idea de que él estuviese con otra. Me contó que era amiga suya, y que le daba miedo dar el paso porque si salia mal su amistad se podría perder. Después de contarme eso me pasé toda la noche sin poder dormir, pensando en lo que me había contado. Finalmente llegue a la conclusión de que yo no podría llegar nunca a estar con él, porque le gustaba otra y a mi solamente me veía como una simple amiga, así que decidí ayudarle con esa chica, aunque a mi eso me hiciese daño por dentro pero si esto era lo que él quería y le hacia feliz yo no era nadie para impedirlo. Él me pidió consejo de como decírselo a esa chica, no sabía como hacerlo. Le dije que el próximo sábado eran las fiestas de mi pueblo y que podía aprovechar este día para decírselo, que se la llevase a un sitio apartado de la gente, donde estuviesen ellos dos solos y que le confesara todo lo que sentía por ella.
Ese sábado yo estaba muy triste, veía que lo perdería para siempre que se iría con la otra, por eso no quería salir pero finalmente mis amigas me convencieron. Salí e intente pasármelo bien con todos mis amigos, incluido él. Al cabo de un rato me cogió i me llevo lejos de todos, primero me pregunto que me pasaba porque me veía muy triste. Después me dijo que era yo la chica de la que me hablaba y que desde hacía tiempo que sentía algo especial por mi. No me pude aguantar la emoción que sentí en ese momento y le di un beso.
Ese fue el primer beso que nos dimos, pero no el último porque pienso seguir siempre a su lado, nada ni nadie nos separaran.
JUDITH C.
Mi Diosa del Amor
Un frío día de diciembre caminaba por las calles heladas de Wreiston, mi pueblo natal. Las vacaciones de Navidad habían comenzado y todo estaba ya adornado para la llegada de las fiestas. Estaba empezando a nevar, todo era muy bonito, de película. Poco a poco la nieve iba cuajando y los pasos se hacían más lentos, no sabía si llegaría a tiempo a la cena. Nos teníamos que reunir todos en la casa de mi tía abuela Jessy, pero ninguno de ellos sabía que no asistiría a tal celebración. Mi Diosa del Amor apareció delante de mí a centímetros de mi gélido cuerpo. Ella no hablaba, o yo no era consciente de lo que decía, me miró con sus penetrantes ojos y no pude resistirme a la tentación de besarla. Cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse ella habló:
- No me beses hermoso hombre, tu familia puede morir, están en peligro, vuestra casa no es segura, caerá.
Yo la seguía mirando, era imposible aguantar. Oí perfectamente lo que dijo y quería ir a avisarles pero no podía, mis pies no reaccionaban, el paisaje desapareció de mi vista y sólo se la veía a ella.
Como si un acto involuntario hiciera la besé de nuevo.
- Avísales o morirán, yo te tenía que avisar, no caigas a mi tentación.
No escuchaba lo que decía, no lo oía, la besé de nuevo. Como si cada beso tuviera que ser el último, quizás porque sí que lo sería.
Pasaban segundos, minutos, horas, y yo seguía allí, observándola, con cara de tontaina. Me decía a mi mismo es un sueño, tranquilo, la familia está bien, pero en el fondo de mi corazón sabía que no lo era aunque yo no lo aceptara. Ella me había devuelto la vida, sin ella no hubiera podido continuar con mi triste vida, mi monótona vida, ella la había cambiado; ahora me sentía fuerte, con ganas de seguir adelante, de crear una familia, tenía ganas de ser feliz.
La Diosa del Amor no hacía más que repetir ves, por favor, pero cada palabra que decía era como un impulso más a mantenerme cerca de ella cuando vio que era inútil cesó, ya no podía gritar más que me fuera, pues ella también quería mantenerse a mi lado. Era una imagen perfecta, quería verla cada día al despertar. Cerré los ojos un instante para que su imagen quedara gravada en mi interior, ella se desvaneció tras una última lágrima, yo había conseguido descubrir la realidad.
Estaba en medio de la calle, lleno de nieve por todos los lados y muy, muy frío, pero por encima de todo estaba mi amor, mi amor por mi familia y por la Diosa del Amor. Saqué fuerzas y continué mi camino a toda velocidad hasta la casa. Estaban todos esperándome, pero llegué a tiempo, los avisé y tras un montón de quejas salieron de la estructura. Esta cayó justo un segundo exacto después de la salida del último miembro de nuestra familia. La Diosa nos había salvado.
Aquella pequeña historia de amor me cambió la vida, y ahora, que ya tengo dos hijos, una mujer que me quiere y un perro, la sigo viendo, a aquella mujer que sonríe mientras una lágrima de alegría o de pena me mira.
EL AMOR CRUZA LA PUERTA
Llego a casa y subo corriendo las escaleras, tiro la mochila de cualquier modo, me pongo una cinta en el pelo (para que no me salgan granos en la cara) i bajo al comedor a mirar mi serie favorita mientras me como ese croissant que me he comprado a la pastelería de al lado. Silencio, la casa entera para mi sola, tranquilidad, independencia. El ruido de unas llaves abriendo la puerta rompe todas aquellas buenas sensaciones. Mi madre, pero con quién viene?
-Carla?
-Si mamá, estoy aquí
-Hola hija. Mira este es mi nuevo compañero, Mateo. Del que te hablé ayer por la noche
Si, esto mi madre me lo había contado, yo había estado contenta por ella. Desde que lo habían dejado con mi padre que no había levantado la cabeza. Y además aquel tal Mateo no estaba nada mal, debía ser un poco más joven. Mi imprevisto fue la figura de detrás suyo, un chico joven, probablemente unos dos años mayor que yo. Guapo, con un posado tímido y lo mejor de todo, estaba buenísimo.
-Sí, encantada Mateo. Todo bien?
-Muy bien, ya tenía ganas de conocerte. Mira este es mi hijo, Julio
-Hola Julio
-Ei
-Es un poco tímido pero tranquila que cuando os vayáis conociendo mejor, el chico cambia radicalmente
Entonces yo ya no escuchaba sus palabras, ni las de Mateo ni las de mamá, solo observaba a Julio, sin querer a causa de un tipo de fuerza de atracción que no me dejaba parar de mirarle.
Pasó aquella horrible semana y si, por fin éramos viernes. Adiós colegio! Hola vacaciones, no sabes las ganas que tenía de que llegara este momento. Mi madre me vino a buscar en el colegio en coche, y con las maletas en el maletero. Nos íbamos a Paris, me dijo. Con Mateo y su hijo, aquel hijo a quién no había vuelto a ver des del día en que lo conocí.
París, luces, edificios. Un mundo totalmente diferente, precioso. Una cena en un restaurante carísimo, al que nos invito Mateo, dejándose allí el aumento de sueldo de Navidades. Llegamos el hotel, teníamos dos habitaciones de matrimonio reservadas. Los padres tenían intención de dormir cada uno con su respectivo hijo pero tanto yo como Julio les dijimos que no había problema, que podían dormir juntos tranquilamente. La cara de mamá se iluminó así como la de Mateo. Una noche solos, en un hotel de París, la ciudad del amor.
Julio y yo entramos a la habitación. Nos pusimos el pijama y nos lavamos los dientes, todo sin decir ni una palabra. El corazón me latía descompasado, traidor, no me podía creer que dormiría en la misma cama que él. Encendimos la tele pero ni él ni yo entendíamos nada de francés. Entonces empezamos a hablar, de pocas cosas. Cada vez se le iba pasando más la vergüenza, incluso empezó a reír, y a mi cada vez me atraía más aquella sonrisa. Las tres de la mañana, seguíamos charlando. Entonces llegó el momento clave. Nos quedamos callados de golpe solo mirándonos con ojos brillantes. Aquel fue nuestro primer beso. Paris, habitación de un hotel con vistas a las luces de la calle. Y los besos siguieron, en medio de sonrisas y palabras tiernas. Besos dulces, apasionados, besos robados que se convertirían en una bonita y larga historia de amor
CLÀUDIA BOCHACA SABARICH!
lunes, 13 de diciembre de 2010
HISTORIA DE AMOR
Un Paseo Por el Parque
Era una tarde de otoño. Estaba sentado en mi cama mirando por la ventana, miraba el edificio de enfrente. Ella vivía allí. Estaba sentada en su escritorio haciendo sus deberes. Cuando éramos pequeños éramos muy amigos, nuestras familias siempre salían juntas y muchos fines de semana íbamos de excursión. Pero al crecer nos fuimos separando. Aun recuerdo cuando hablábamos por la ventana. Su ventana está justo frente la mía. Cuando teníamos algún problema nos los contábamos por ahí, y si hacía falta íbamos uno a la casa del otro. Hasta que empezó a salir con Mateo. Mateo era el tipo duro del colegio, un chico, que supongo que era atractivo, porque a todas las chicas les gustaba. Siempre me fijaba en como la trataba, siempre gritando. Ella no se merecía eso.
La miraba cada tarde, des de mi cama, con la esperanza de que girara la cabeza y me saludará o abriera la ventana y me hablará.
Una tarde salí y me fui al parque. Mi lugar preferido. Un sitio tranquilo, para pensar, fuera de la civilización. Me llevé un libro y me senté en un banco, cerca del estanque. De pronto se oyó un grito. Dudé un poco pero decidí ir a ver que estaba pasando. Me acerqué sin hacer ruido, no sabía que me iba a encontrar. Fue entonces cuando lo vi. Era ella, estaba en el suelo y él la estaba cogiendo por el brazo. Estaba llorando. No me lo pensé, me lancé hacia él y lo separé de ella. Le dije que la dejara en paz y que no se le acercará más. Nos peleamos hasta que le conseguí tirar al suelo y con muy mala cara se fue. Al ver que se había ido me giré hacia Rosa y le ayudé a levantarse. Me dio las gracias muchas veces y mi respuesta fue, a todas ellas: no hay de qué!
Después de esa pelea, me sentía como un caballero que había ganado su trofeo, estaba un poco nervioso. Volvimos a casa hablando de nuestra infancia y de todas las aventuras pasadas. Nos hicimos buenos amigos, como antes. En una ocasión recordamos cuando hablamos por la ventana y lo volvimos a hacer. Cuando queríamos hablar lo hacíamos por ahí. Algunas tardes quedábamos para ir a pasear. Una tarde fuimos al parque. Y nos sentamos en el mismo banco des de donde oí aquella tarde su grito. Nos sentamos y hablamos, hasta que de pronto se me acercó y me besó. Mi corazón no podía resistir pensaba que me saldría del pecho. Se aceleró como nunca y mis sueños empezaron a tomar color delante de mí. Justo después le contesté:
- Te quiero!
Y ella me contestó con otro beso.
MARTA OLIVA ALBERT
HISTORIA DE AMOR
y había que aprovecharlos al máximo. Mientras iba en el autobús, iba pensando en mis musarañas, en mis cosas. Pensaba en mi primer beso, en mi primer novio. No se porque me daba por pensar en esas cosas, nunca lo hago. También pensaba en mis padres que después de 50 años aun seguían casados y enamorados. Nadie pensaba que iban a durar tanto, ni siquiera que iban a acabar juntos, porque de niños no se podían ni ver, eran enemigos íntimos. Competían por cualquier cosa. Por muy insignificante que fuera, ellos iban a la carga. Una vez sus padres, que eran muy amigos, organizaron una acampada. A ellos le horrorizaba la idea de tener que dormir juntos en la misma tienda. Aunque les seducía más ir de acampada al aire libre. Se lo pasaron en grande, pero cuando llegó la noche y con ella la hora de dormir …
Mi padre ideo un plan, mas bien una broma para mi madre. Consistía en buscar unas lombrices y introducirlas en la colcha de dormir de mi madre. Él sabia que ella le tenia pavor, por eso lo hizo, solo que no llegó a imaginarse lo que pasaría después. Introdujo las lombrices dentro del saco de ella, cuando se metió dentro sintió algo que se movía, pero no sabia que era, así que decidió investigar, al levantar la colcha las vio retorciéndose. Al darse cuenta de lo que era, dio un respingo y rodó, cayendo sobre él. Mi padre la aparto enseguida y ella lo miró, viendo así que se reía. Al amanecer no quiso hablarle nunca más, y así lo hizo. Volvieron de la acampada y todavía no le hablaba. Pasaron los años y seguía sin hablarle. Él se sentía muy extraño y muy mal y no sabia porque. Un día, ya tenían unos 15 años y había llegado el baile de fin de curso. Mientras él pensaba porque se sentía así, miró por la ventana y la vio caminando al lado de un chico, sonriendo, muy feliz. En ese momento, sintió un calor que le quemaba por dentro no sabia que era. Estaba frustrado e impotente. Quería bajar y darle una paliza a ese chico. Se dio cuenta. Sí, eran celos, celos de ese chico. Se dio cuenta de que estaba enamora, pero no desde ahora sino desde siempre. Cuando la conoció, la primera vez que la miró y le hacia bromas porque le gustaba no porque la odiara ni mucho menos. Al darse cuenta de ello, no lo dudó ni un segundo, no quería perder más tiempo. Iba a pedirle que fuera con él al baile. Pero era más fácil decirlo que hacerlo. Se pasó toda la noche pensando que le diría, como lo diría, donde se lo diría. No pudo dormir bien.
Al amanecer tomo coraje e inhaló aire. Se lavó los dientes, se vistió y bajó las escaleras hacia la casa de su enamorada. Cuando llegó a la puerta le temblaban las manos, y sudaba un montón, pero tocó la puerta y le abrieron. Comenzó a tartadear sin salirle las palabras. Se armó de coraje y le dijo:
- Ana, ya se que no … que no me quieres ver ni en pintura pero … pero me he dado cuenta de que … de que..
- ¿ Quieres decirme de una vez que quieres? No tengo todo el día.
- Humm … quería saber si … si querrías …
- Venga Emmet, suéltalo ya.
Hizo un largo suspiro y volvió a comenzar:
- Quería saber si querrías venir con migo al baile, pero si no quieres ir o ya tienes pareja no importa …
Ella le mira furiosa y extrañada. Él pensó que le diría que no pero después de unos segundos le dijo:
Porque demonios as esperado tanto para decírmelo, ¿hasta que me salgan canas?
Algo les pasó, no sabían qué pero, se miraron, sonrieron y se dieron un beso. De esos que sabes que nunca vas a olvidar en tu vida. Era el primero de los muchos otros que vendrían a continuación.
G. Yinaris G. Feliz
martes, 16 de noviembre de 2010
Debate sobre la inmigración en España
Aquí tienes una página donde puedes ampliar la información sobre el tema al tiempo que te preparas para hacer el debate.
http://sauce.pntic.mec.es/jotero/Ejercicios/opinas/4opinalilega.htm
miércoles, 10 de noviembre de 2010
DIARIO DE UNA ESTUDIANTE
Estoy harta de los exámenes. Me he pasado todo el fin de semana estudiando, sin poder salir por la noche. El sábado todos los de mi grupo fueron a la discoteca. Se lo pasaron muy bien como pude comprobar después en el facebook, colgaron todas las fotos. Mientras ellos conocían un montón de gente yo estaba encerrada en casa estudiando para el examen de matemáticas de hoy, que por cierto, no se porqué estudie tanto, no me ha servido de mucho, el examen me ha ido bastante mal. El miércoles nos dan la nota. Si suspendo este examen me suspenden la preavaluación.
Voy a estudiar sociales, porque mañana tengo un examen de la guerra civil española. La historia se me da bastante bien, aunque no me gusta mucho este tema.
Martes, 15 de octubre:
Hoy he tenido el examen de sociales, creo que me ha ido bien, pero no estoy muy segura. Antes del examen he discutido con Dani, esto no me ha ayudado mucho a la hora de hacer el examen. Pero en este momento no me importa el examen, lo único que me importa en estos momentos es hablar con Dani y pedirle perdón. Llevamos juntos casi ocho meses y no quiero echarlo todo a perder por una simple discusión sin importancia. Lo quiero muchísimo y necesito tenerle a mi lado para estar bien.
Miércoles, 16 de octubre:
Hoy nos han dado la nota de matemáticas. ¡No he suspendido! Estoy muy orgullosa de mi nota. He sacado un seis. Después de todo, me sirvió de algo el fin de semana encerrada en casa sin salir de fiesta. Todos mis otros amigos que salieron de fiesta han suspendido.
Aún no he podido hablar con Dani. Le he enviado un mensaje al móvil para quedar i arreglar las cosas, pero no me lo ha contestado.
No me puedo concentrar en los exámenes estando mal con Dani.
Jueves, 17 de octubre:
Le he enviado cinco mensajes, le he llamado cuatro veces al móvil, pero lo tiene apagado. ¡Me estoy empezando a preocupar mucho! ¿Y si no quiere saber nada mas de mi?
No creo que olvide estos ocho meses así de rápido, o puede que ya me haya encontrado una substituta. No podría verlo con otra que no fuese yo.
Con todo este lio no he podido estudiar demasiado para el examen de mañana, de biología.
Viernes, 18 de octubre:
¡Me ha llamado! ¡Por fin me ha llamado! Se ve que la tarde después de pelearnos se les estropeó el móvil y durante estos días ha estado en la tienda, por eso lo tenia siempre apagado cuando lo llamaba.
Cuando ha encendido el móvil le han llegado por lo menos veinte mensajes mios, de las llamadas perdidas y de los sms que le escribí. Me ha pedido perdón por no haberme dicho nada en estos días y por hacerme pensar que pasaba de mi. Me arrepiento tanto de haber pensado todo eso de él, me ha demostrado que no es así.
Después de perdonarme con el he echo el examen, me ha ido bastante bien creo, gracias a él que me ha dado su apoyo.
Ya se han terminado los exámenes por ahora. Este fin de semana pienso salir con todos y celebrarlo, porque a pesar de todo no he suspendido ninguno.
Judith Colom
lunes, 8 de noviembre de 2010
diari
DIARIO
7 de setiembre, 2009.
Hoy es el primer día de tercero ESO. La vacaciones han sido una mierda, me han robado la cartera y se me a muerto el abuelo. Estoy semi-preparado por el curso, no tengo ni libros, agenda, estuche.. no tengo nada. En mi casa estamos en banca rota, nos han embargado el coche y el perro y también a venido los de la seguridad social a buscar a mi hermana.
He terminado el día y a sido como siempre. Me han expulsado 3 veces por pegar a un niño muy burro y por fumar en clase.
Me e ido al Plus a robar con mis amigos tres botellas de whiskey y nos la hemos bebido en clase de educación física, el profesor no se a enterado. He llegado a casa he cenado y me e puesto hacer los deberes y a dormir.
8 de setiembre, 2009
Hoy me he saltado la primera clase y he ido a los jardines a fumar con los amigos, nos han pillado los mosos , pero hemos logrado escapar. He llegado a la segunda clase y nos han puesto un examen, por suerte tengo un siete. Hemos terminado las clases antes porque el profesor estaba en el hospital.
A la tarde nos han echo un charla sobre la droga, y al final de la clase los mosos nos han registrado las bolsas porque sabían que nosotros vendíamos drogas, pero por suerte me lo había olvidado en casa.
10 de setiembre, 2009
Ayer no pude escribir el diario porque estaba enfermo y no hice nada , todo el día jugando a la PS3, haciendo deberes y todas esas cosas que hacen los enfermos. Hoy no he echo gran cosa porque aun me hacia daño la cabeza y lo único que he echo a sido dormir la mayoría de la horas en clase. He salido por la tarde y he ido con los amigos en el cine a ver un película , pero nos han echado porque hacíamos mucho ruido.
11 de setiembre, 2009
De repente a venido mi perro en mi habitación y se me a comido el diario, pero e vuelto a empezar otro.
He llegado al instituto y el director me a dado una carta, la he abierto y he leído que me pondrían en una escuela de menores, yo me enfadado tanto que cogido al tabla y al e tirado por la ventana.
Y ahora se me han pasado la ganas de escribir por lo tanto este diario queda censurado.
PAU MAZA AGULLÓ
DIARIO DE UNA ESTUDIANTE
DIARIO DE UN ESTUDIANTE
5 de septiembre: Hace como quince días que no veo a mis amigos, son tan importantes para mí…
6 de septiembre: Estoy muy nervioso, me pregunto cómo será mi primer día de clase…Cómo va a ser aquí la gente? Deséame suerte amigo
7 de septiembre: Hoy ha sido el primer día de clase. No conocía a nadie. Soy demasiado vergonzoso…Hay una chica que se sienta en la primera fila que es muy bonita. Se llama Amaia, pero tiene novio, y este tiene pinta de delincuente.
9 de septiembre: En clase de física me ha tocado hacer el experimento con Amaia, la chica bonita. Hemos estado hablando. Me parece que es la primera persona de este instituto con la que he mantenido una conversación de más de tres frases. Amaia es perfecta, creo que me he enamorado. Qué tonto soy…He investigado y sé que su novio, el macarra, se llama John.
10 de septiembre: Todo ha pasado a la hora del patio, John y tres amigos suyos que también llevaban las mismas pintas que él, me han acorralado en un rincón del patio. John hablaba fuerte, con claridad, con un tono de voz imponente y obedecedor: “como te vuelvas a acercar a mi chica te las vas a tener que ver conmigo chavalín”
11 de septiembre: Al salir de los cambiadores del gimnasio, me he encontrado a Amaia. Se ha puesto a llorar en mis brazos. Estábamos solos, y he intentado consolarla. La causa de su desconsolación ha sido la diferencia de caracteres de John y ella. No soporta que sea tan prepotente y que tenga vicios malos como el de fumar, solo para creerse superior. Pero está enamorada. Supongo que John tiene suficientes contactos en el instituto como para enterarse de que Amaia y yo habíamos tenido aquella conversación. Por la tarde, al salir del instituto, alguien seguía mis pasos de regreso a casa. No me he atrevido a girar la cabeza. El miedo se ha apoderado de mí. Entonces le he visto, John ha sacado una navaja y me la ha puesto en el cuello mientras decía: “Te advertí de lo que pasaría si volvías a mirar a Amaia. Veo que no me has hecho caso…Supongo que debe ser porque no sabes lo loco que estoy y lo peligroso que puedo llegar a ser.” Su puño ha golpeado mi cara y me ha empezado a salir sangre de la nariz. Me ha dado una paliza y me ha llamado imbécil, y un montón de cosas más. He llegado a casa con toda la cara morada, y le he tenido que decir a mi madre que me he caído por las escaleras
14 de septiembre: Durante todos estos días, he estado evitando a Amaia, ella cree que estoy enfadado. No quiero que piense eso de mí, pero no puedo decirle nada porque Jack se enteraría y volvería a torturarme, ahora ya sé que aquel chico es demasiado peligroso. Todos los días ando por el pasillo intentando no encontrarlo. No tengo amigos, nadie con quién hablar. Sólo tenía a Amaia, y mi cobardía hará que la pierda para siempre
15 de septiembre: Me han vuelto a pegar. Hoy no era John sólo, eran todos sus amigos unos me sujetaban, otros me golpeaban y otros me gritaban todos los insultos que puedas imaginar. No sé por que lo han hecho, hoy no he hablado con Amaia. Creo que ha sido por pura diversión. Esto empieza a darme miedo. Creo que el único amigo que tengo ahora eres tu. Me pregunto hasta cuando durará ésta pesadilla.
1 de Octubre: Es curioso cómo las cosas pueden llegar a cambiar tanto en un simple mes. A Johnack lo internaron en un reformatorio, ya se había metido en demasiados líos. Le estará bien pagar por ello. Le odio, le odio como nunca antes he odiado tanto a nadie. Sus amigos ya no me miran mal ni se ríen de mí. Es más, ahora se han convertido en mis amigos, y he visto que en el fondo son buenas personas. Amaia, ahora es mi chica. Somos felices.
Quiero agradecerte todo este tiempo que has estado escuchándome en los momentos que más sólo me sentía. Y también quiero que sepas diario, que has sido una de las cosas más importantes de mi vida
CLÀUDIA BOCHACA SABARICH
El misterio de la escuela. (Basado en la redaccióm: Diario de un estudiante)
La escuela sigue cerrada. Mi padre me dice que los amos pronto aceptarán la petición de traer un nuevo profesor. Pero de momento, todavía me queda mi lápiz y mi cuaderno con el que puedo seguir estudiando. Llegaré a ser profesor, no quiero ser minero.
3 de octubre de 1907:
No ha venido ningún maestro. Todo el mundo está muy enfadado. Las fichas con las que pagan a mi padre cada día valen menos, apenas nos llega para comer. Mañana se van a reunir los amigos de mi padre, tienen que decidir algo muy importante, ¿hablarán quizás del nuevo profesor?
4 de octubre de 1907:
Me temo que no era para hablar del maestro. Quizás ahora se pueda solucionar todo. Hoy nadie ha ido a trabajar, creo que están en huelga. Mi maestro me lo solía explicar todo, pero ahora que no está somos invisibles, como si no estuviéramos.
5 de diciembre de 1907:
No he tenido ningún maestro des de entonces. Los mineros están muy desesperados, no hay nada que comer. Los amos no quieren darnos nada y mis padres no aguantan más. Creo que pasará algo. Me gustaría tener un amigo al que contarle lo que siento, pero murió, creo que de hambre, yo lloro todos los días. Es mejor no decir nada a nadie, todo el mundo tiene ya suficientes problemas.
Ahora que tengo un nuevo lápiz escribiré más pequeñito para que me dure más que el anterior.
8 de diciembre de 1907:
Hoy me he despedido de la escuela, todos han decidido marchar a la ciudad. Tenemos un largo camino, de seis o siete días, por las noches intentaré hacer cuentas, para que no se me olviden. Nunca he visto una ciudad, ¡Quizás habrá escuelas, libros, lápices! ¡Me gustaría tanto ver una de verdad! ¡Por fin veré el mar! ¡Tengo tantas ganas!
Mi padre está preocupado, todo el mundo lo está, y lo entiendo, mi vecina también ha muerto.
13 de diciembre de 1907:
Cuando llegamos a la ciudad, nos dijeron que esperáramos aquí, en esta escuela. Me encanta. ¡Nunca había visto tantos libros juntos! Todo me gusta, estamos todos juntos, no pasamos frío y una de las cosas más impresionantes. ¡He visto el mar! ¡Es muy grande y bonito! Las olas nunca paran, parece que sea un Dios quién las mueva.
Por mala suerte solo estaremos aquí por unos días, hasta que lleguen los amos.
¡Yo quiero una escuela como esta!
Hoy va a pasar algo. Se van acercando al puerto muchos barcos con soldados. Algunos de la ciudad nos apoyan, pero otros nos miran como extraños. Nosotros no queremos quitarle nada a nadie, solo queremos un poco de comprensión, hace días que no comemos.
Muchos tienen miedo porque nadie se explica para que hace falta tantos soldados.
21 de diciembre de 1907:
Creo que será mi último día en la escuela Santa María de Iquique.
Los soldados rodean la escuela y el general nos ha dicho:
“Sois vagos y maleantes,
Robáis a la patria, sois traidores,
Dejar de inventar tanta miseria
E iros sin protestar
Que por más que pidáis,
Nada obtendréis,
Ir saliendo de la escuela,
Porque sino lo sentiréis.”
El Rucio, amigo de mi padre le ha contestado:
“ Seguiremos esperando,
Así nos cueste,
Porque no somos animales,
Levantaremos el puño alto,
Y el mundo lo sabrá, se lo prometo.”
El general le disparó y solo puedo oír gritos, tiros, lamentos, muerte.
Si un niño jugara a buscar tesoros en la escuela de Santa María, que encontraría?
Yo encontré el diario, de un profesor, o de uno de los 3600 asesinados.
(Las fechas y la historia son verídicas.)
David López
martes, 26 de octubre de 2010
Eran las dos de la madrugada, me levanté de repente por culpa de un ruido muy fuerte que venía de la calle. Me levanté y abrí la ventana para poder averiguar lo que estaba pasando. Lo que me había levantado de la cama era la alarma de la tienda de al lado de mi casa, al principio me asusté un poco porque pensé que habían entrado a robar, pero al mirar a través de la ventana pude descubrir que no solamente era esa alarma, sino que estaban sonando todas las alarmas de las tiendas, museos, cines... de todas la calles que mi vista alcanzaba, pero suponía que estaban sonando en toda la ciudad.
La gente empezó a salir a la calle, a los balcones, por las ventanas... para poder averiguar lo que estaba ocurriendo. El problema es que nadie sabía nada, todos estábamos igual y no había ni rastro de la policía ni de ninguna autoridad a quien poder preguntar lo que estaba ocurriendo.
Al cabo de dos horas de sonar continuamente las alarmas cesaron y pude volver a la cama, pero no pude dormirme asta pasadas unas horas, me inquietaba la idea de no saber la razón por la cual todas las alarmas habían empezado a sonar a la vez.
Por la mañana siguiente todos los periódicos hablaban de la misma historia, pero todos decían distintas causas: algunos decían que era a causa de un fallo en el circuito eléctrico, otros daban distintas soluciones, pero ninguno coincidía. Supuse que nadie había podido explicar lo que realmente había sucedido.
Ahora, después de unos cuantos años, la gente de la ciudad cuenta esta historia , pero cada uno la termina como quiere, se ha convertido en una leyenda urbana.
Judith Colom