lunes, 13 de diciembre de 2010

HISTORIA DE AMOR

Era mediados de primavera. Uno de esos días que te alegran la mañana. Como cada día hice mi rutina diaria, correr durante una hora, desayunar, vestirme y salir a trabajar. Esos días tan agradables no eran muy frecuentes,
y había que aprovecharlos al máximo. Mientras iba en el autobús, iba pensando en mis musarañas, en mis cosas. Pensaba en mi primer beso, en mi primer novio. No se porque me daba por pensar en esas cosas, nunca lo hago. También pensaba en mis padres que después de 50 años aun seguían casados y enamorados. Nadie pensaba que iban a durar tanto, ni siquiera que iban a acabar juntos, porque de niños no se podían ni ver, eran enemigos íntimos. Competían por cualquier cosa. Por muy insignificante que fuera, ellos iban a la carga. Una vez sus padres, que eran muy amigos, organizaron una acampada. A ellos le horrorizaba la idea de tener que dormir juntos en la misma tienda. Aunque les seducía más ir de acampada al aire libre. Se lo pasaron en grande, pero cuando llegó la noche y con ella la hora de dormir …
Mi padre ideo un plan, mas bien una broma para mi madre. Consistía en buscar unas lombrices y introducirlas en la colcha de dormir de mi madre. Él sabia que ella le tenia pavor, por eso lo hizo, solo que no llegó a imaginarse lo que pasaría después. Introdujo las lombrices dentro del saco de ella, cuando se metió dentro sintió algo que se movía, pero no sabia que era, así que decidió investigar, al levantar la colcha las vio retorciéndose. Al darse cuenta de lo que era, dio un respingo y rodó, cayendo sobre él. Mi padre la aparto enseguida y ella lo miró, viendo así que se reía. Al amanecer no quiso hablarle nunca más, y así lo hizo. Volvieron de la acampada y todavía no le hablaba. Pasaron los años y seguía sin hablarle. Él se sentía muy extraño y muy mal y no sabia porque. Un día, ya tenían unos 15 años y había llegado el baile de fin de curso. Mientras él pensaba porque se sentía así, miró por la ventana y la vio caminando al lado de un chico, sonriendo, muy feliz. En ese momento, sintió un calor que le quemaba por dentro no sabia que era. Estaba frustrado e impotente. Quería bajar y darle una paliza a ese chico. Se dio cuenta. Sí, eran celos, celos de ese chico. Se dio cuenta de que estaba enamora, pero no desde ahora sino desde siempre. Cuando la conoció, la primera vez que la miró y le hacia bromas porque le gustaba no porque la odiara ni mucho menos. Al darse cuenta de ello, no lo dudó ni un segundo, no quería perder más tiempo. Iba a pedirle que fuera con él al baile. Pero era más fácil decirlo que hacerlo. Se pasó toda la noche pensando que le diría, como lo diría, donde se lo diría. No pudo dormir bien.
Al amanecer tomo coraje e inhaló aire. Se lavó los dientes, se vistió y bajó las escaleras hacia la casa de su enamorada. Cuando llegó a la puerta le temblaban las manos, y sudaba un montón, pero tocó la puerta y le abrieron. Comenzó a tartadear sin salirle las palabras. Se armó de coraje y le dijo:
- Ana, ya se que no … que no me quieres ver ni en pintura pero … pero me he dado cuenta de que … de que..
- ¿ Quieres decirme de una vez que quieres? No tengo todo el día.
- Humm … quería saber si … si querrías …
- Venga Emmet, suéltalo ya.
Hizo un largo suspiro y volvió a comenzar:
- Quería saber si querrías venir con migo al baile, pero si no quieres ir o ya tienes pareja no importa …
Ella le mira furiosa y extrañada. Él pensó que le diría que no pero después de unos segundos le dijo:
Porque demonios as esperado tanto para decírmelo, ¿hasta que me salgan canas?
Algo les pasó, no sabían qué pero, se miraron, sonrieron y se dieron un beso. De esos que sabes que nunca vas a olvidar en tu vida. Era el primero de los muchos otros que vendrían a continuación.

G. Yinaris G. Feliz

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Buena redacción, Yinaris!
Todos los defectos que le encuentro son faltas de ortografía (y, seguramente, algún error al mecanografiar la redacción), pero la historia está contada con mucho dinamismo (es una buena idea mezclar diálogo y narración). Quizá yo no habría explicado de buen principio que acabaron juntos a pesar de odiarse porque habría intentado mantenerla atención del lector hacia el desenlace.
Te pongo alguna falta que has cometido:"No SÉ POR QUÉ me daba...", "A ellos LES horrorizaba...", "ideÓ", "mÁs", "pero no SABÍA QUÉ era...", "pensando QUÉ le diría, DÓNDE se lo diría, CÓMO...", "¿Por qué demonios has esperado tanto?".