domingo, 23 de noviembre de 2008

El seco disparo de una arma rompió el silencio de la noche

Eran ya cerca de las diez de la noche, como cada día Roger al terminar su entrenamiento regresaba para casa por las oscuras y estrechas calles de Southampton. Roger era un chico de quince años que vivía con su hermana de diecisiete años y su hermano pequeño de diez en una humilde casa a las afueras de la ciudad en un barrio un poco peligroso.
Roger no tenía padres, murieron en un accidente cuando tenía unos 7 años desde entonces Anna, la hermana grande, cuida de la familia. Roger y David van a la escuela cada mañana mientras Anna sirve en un bar para así poder mantener a sus hermanos.
Roger y David juegan a fútbol, su padre fue futbolista profesional y transmitió su pasión por el fútbol a sus hijos, Roger tenía varias ofertas de equipos interesantes pero primero quería ocuparse de su hermano unos dos años más y después irse para cumplir su sueño.
Era viernes catorce de diciembre, los dos hermanos volvían de entrenar no se veía nadie por la calle y solo se oía el ruido de los pies cuando tocaban el suelo.
Cruzaron la calle y se metieron en un callejón muy oscuro, estaban en completo silencio pero de repente se sintió un seco disparo, la bala impacto en el centro del corazón de David, el pequeño murió al acto, nunca se supo quien cometió el crimen.







Roger Sánchez

2 comentarios:

lydiiaa dijo...

sonia y lidia:

nos hemos leido tu redacción y el principio nos parece interesante pero nos imaginábamos un final distinto, quizás con más emoción.
tequeremos rUger!

Teresa dijo...

Roger:
A mí me ha parecido una redacción correcta en la forma y el contenido. Quizá sí que el final es muy previsible, sobre todo porque adelantas que su hermano quería cuidar del pequeño más tiempo (das demasiadas pistas).
De todas formas para mí lo más criticable es la extensión, es demasiado corta y apenas puedes desarrollar una breve historia.